Masturbación

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Llevaba demasiado tiempo en una puta sequía de proporciones épicas, todo había comenzado cuando había decidido traer a Jamie conmigo. Mi sobrino era mi jodida prioridad en estos momentos y poco tiempo había para buscar una follada rápida en el Club dado que ya ni pasaba demasiado tiempo en el bar buscando y decidiendo qué mierda hacer para quitarnos al presidente de los Carson's de encima. 

Las cosas estaban malditamente alocadas y las jodidas finanzas eran una mierda para tratar aunque fueran mi especialidad, necesitaba un maldito descanso. 

Trabajaba en un pequeño despacho a dos cuadras del Club, de manera clandestina claro estaba, pero aún así era mi jodida oficina y amaba el olor a cigarrillo que quedaba en los sofás de cuero. 

Sofás en los que había tenido a toda una lista de putas y putos abiertos de piernas mientras rogaban por más. 

Suspirando traté de concentrarme en los libros de contabilidad frente a mi, haciendo correcciones aquí y allá para desviar el dinero sin levantar sospechas a final del año cuando tuviéramos que hacer declaración de impuestos. 

Traté quince minutos de poner mi atención a lo que estaba haciendo pero esto no estaba jodidamente funcionando de ninguna manera, necesitaba un culo, una vagina, una puta boca, algo ¡maldita sea! 

En mi computadora busqué algo de porno y revisé que la puerta tuviera puesto el seguro. 

Bajé mi pantalón lo suficiente para poder tocar mi polla libremente sin hacer un lío en mi ropa, escupí en mi mano izquierda y comencé a trabajar en mi pene. 

Una follada no podría conseguir en estos momentos así que mi mano tendría que ser suficiente. 

Piqué reproducir al porno con el volumen tan bajo como pudiera y me concentré en la pantalla y mover mi mano de arriba a abajo en ritmo constante. 

No se trataba de disfrutarlo, se trataba de calor y necesidad, necesitaba un puto orgasmo rápido y duro que me dejara sin ganas de sexo y me hiciera regresar a la concentración que necesitaba. 

Mi puta atención tenía que estar puesta en los números para no joder al Club. 

El video era bueno pero no me hacía querer correrme así que cerré los ojos y una mirada miel apareció frente a mi. 

Ojos miel que ahora miraban mi polla con deseo, sacando su lengua y recorriendo sus labios con ella antes de atacar mi punta con su preciosa boca rosada. 

Con la imagen de él frente a mi en rodillas comencé a jalar con más ímpetu, mierda, tan hermoso que se vería tragando mi semen, con la garganta destrozada después de follar su boca tan rápido que las arcadas vinieran a él. 

Y después… Oh después me cogería su apretado culo de bailarín. 

Un culo carnoso y apetitoso bien trabajado junto con esas piernas torneadas y esos muslos que me pedían ser mordidos hasta dejarlos sangrando levemente.

Mi polla comenzó a ponerse más dura y tensa por lo que aceleré mis movimientos, gruñendo y gimiendo al compás de mi mano. 

Agarré mis bolas y las estrujé suavemente, solo lo suficiente para no dejarlas olvidadas cosa que envió una oleada de calor por todo mi cuerpo. 

Dejando el video olvidado me concentré en mi fantasía de ese hombre frente a mi, sometiéndose a mi voluntad, siendo follado en ese sillón de cuero de la oficina. 

Su cuerpo sonrojado por el calor y el deseo, su culo rojo por el golpeteo de mi pelvis sobre su abusado agujero, solo para mi, para mi jodido placer. 

Mi mano alcanzó un ritmo casi bestial como si el puño formado fuera más bien un culo virgen de un codiciado bailarín. 

Su agujero estaría tan apretado.
Y estaría gritando de dolor antes de gemir como una perra por más, mierda.

Me corrí duro y fuerte, había sido rápido y mierda… Había disfrutado. 

Esto estaba jodidamente mal… Mierda, mierda, mierda, Samuel Thompson eras un puto dolor de cabeza. 

Pero así como eras mi fantasía recurrente de los últimos años mi jodido presidente se me había adelantado y ahora eras su jodida propiedad. 

Superaría esto pero antes lo sacaría de mi sistema… Una vez más. 

Por si no se entendió

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Por si no se entendió... El que se está dando amor es Redfoot o Tyron como le quieran decir jajajaja.

Es corto yo sé pero fue lo que salió.
Y siendo honestos no me gustó tanto pero creeeo que no está tan mal.

30 días del ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora