PROLOGUE

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¿Cómo podría empezar a describir a los personajes?

Posiblemente como piezas de rompecabezas que encajan a la perfección pero que se encuentran dispersas en el tablero.

Taehyung era un buen chico, lo sabía de sobra, quizá un poco tímido, pero buena persona a fin de cuentas. Era un excelente fotógrafo y pintor... organizado, amable, atento con todos, sabía cocinar, era extremadamente estricto para la limpieza del departamento donde vivía, hacía ejercicio regularmente y disfrutaba del cine sin importar si era romántico o de acción. Era esa clase de chico que podía ser lo que el otro quisiera, se adaptaba perfectamente a todo sin perder su personalidad, estaba lleno de perfectas cualidades y por eso precisamente no entendía porque estaba soltero. Podía ser un buen novio y convertirse en un gran esposo y padre. Estaba en la cima del éxito y no tenía con quien compartirlo de la manera que a él le gustaría.

¿Qué había de malo en él?


¿Qué? Era lo que Jungkook se preguntaba, era un chico recién graduado de medicina, tenía un buen puesto en el hospital de Seúl debido a su excelente comportamiento como residente en su último semestre, pero además de eso era extremadamente guapo, ordenado, tan honesto, con una ética intachable, tenía su propio departamento en el ático de uno de los mejores complejos de la ciudad, sabía cantar, dibujaba muy bien, era un adicto al gimnasio y se consideraba como todo un caballero, disfrutaban de vez en cuando ir a exhibiciones de arte entre gente asquerosamente rica, disfrutaba ver las batallas de baile y rap underground

¿Era tan difícil encontrar a un complemento?

No estaba pidiendo precisamente a alguien que tuviera sus mismos gustos, tenía la mente abierta porque tenía ese don de ser bueno para todo... si la otra persona lo valía, Kook podía simplemente adaptarse. Sólo faltaba una persona que pudiera ocupar ese lugar. Alguien que quisiera dar el todo por el todo, no como aquellos chicos y chicas con los que había tenido "algo" que, si no eran demasiado serios y recatados, eran un completo desastre emocional que buscaban una nana o bien, alguien con quien tener sexo seguro luego de una buena borrachera. Era joven, claro. Pero en este punto, luego del asco sentimental en sus relaciones, sólo quería sentar cabeza.

Jimin por otro lado. Era el mejor amigo de Taehyung, desde el jardín de niños, cuando Jimin llegó el primer día de clases saltando como conejo y repartiendo dulces a todos. Sólo bastó una sonrisa para que aquellos dos se convirtieran en cómplices para toda la vida. Park podía presumir de si mismo muchas cosas, no llegaba al extremo de ser como su TaeTae... Era ordenado, claro que si, le gustaba cocinar comida extranjera para su compañero de piso, que pasaba a ser su mejor amigo; disfrutaba de lavar la ropa y era muy puntual para pagar la renta. Los niños le encantaban, era un imán para ellos, disfrutaba de quedarse en cama largos periodos de tiempo, pero era sumamente responsable con su trabajo como bailarín del mejor conjunto de espectáculos teatrales de Corea... ¡Diablos! Él podría conquistar Broadway si no odiara tanto a lo americanos arrogantes.

¿Cómo era posible que siendo él tan buen prospecto para una relación, al igual que Tae, ambos estuvieran más sólos que una ostra a mitad del océano?

Pero la vida es muy misteriosa, del lado opuesto de la ciudad vivía un chico que se preguntaba exactamente lo mismo...

¿Por qué estaba solo si parecía ser el perfecto prospecto de hombre?

YoonGi era un buen hombre, exitoso y muy solitario, la mayor parte de su tiempo la pasaba en su estudio y aunque no parecía buscar una pareja, o al menos de eso se convencía cada mañana al verse al espejo más viejo, con las ojeras más marcadas... esperaba ansioso a conocer aquel ser con el que compartiría su vida.

El tiempo se le acababa, sólo tenía 25 pero ya se sentía como un anciano ¿Cómo olvidar la vez que encontró aquella cana en su perfecta cabellera? el arduo trabajo ya le pasaba factura.

Su madre lo presionaba también, cuando le decía que a su edad debería estar malcriando nietos y no atendiendo aquel restaurante familiar que era muy popular en su ciudad. Yoon sólo quería una vida tranquila, alguien con quien compartir sus días sin necesidad de ser precisamente excéntricos.

Su trabajo como productor musical era bastante demandante, era bueno y lo sabía... más que bueno. Artistas de talla mundial esperaban meses para tener una canción suya en sus álbumes. No era precisamente exigente con la persona que quería para compartir su vida, sólo buscaba su propia bolita de amor para él y nada más, alguien que le hiciera temblar con una mirada y le llenará de felicidad el cuerpo con sólo oir su risa.

¿Era demasiado pedir?

Podría decirse que luego de tan detallada descripción y aquellas peticiones tan urgentes, Cupido sonrió travieso mientras tronaba los dedos.

¿Querían enamorarse? Bien. Entonces que inicie el juego.

SOULMATES |YM • KV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora