El Amante (Rubirex [Karmaland])

Capítulo 2

Narra Rubius

Esa mañana, decidí ir a casa de Willy para vernos.
Cuando llegué a casa de Willy, toqué el timbre y él me abrió la puerta para que entrara.

-Veo que no has podido resistir la tentación de venir- Dijo Willy mientras me abrazaba por las caderas, podía sentir su cálido aliento y eso me encantaba.
-Ya ves que no, no me podía resistir a volver a tenerte cerca- Respondí mientras respiraba agitadamente.

Nuestras respiraciones se acompasaron y ambos nos fuimos acercando hasta darnos un dulce beso, el cual, poco a poco, fue subiendo de intensidad.
Sus manos agarraron firmemente mis nalgas y las apretaba de una manera que cada vez me excitaba más.
Cuando nos separamos por la falta de aire, me encaramé al cuerpo de Willy mientras volvía a besarle y el me volvió a agarrar fuertemente de las nalgas.
Podía sentir su bulto crecer cada vez más, al igual que el mío.
Willy me fue llevando a su habitación sin dejar de besarnos.
Al llegar, nos dejamos caer sobre la cama, yo sobre él, y comencé a rozar mi bulto con el suyo, lo cual le provocó leves gemidos.

-nngh...Rubius...

Los gemidos de Willy me excitaban cada vez más.
En ese momento, la ropa comenzó a estorbarnos por momentos.
Le quité la camiseta a Willy mientras le plantaba unos besos suavemente por el torso y sentí como su respiración se agitaba.
Después de unos minutos, ambos estábamos desnudos.
En ese momento, le dije a Willy mientras le ataba bocarriba del cabecero y le vendaba los ojos:

-Quiero probar algo, confía en mí.

Cuando terminé de atarle, comencé a besarle por todo el cuerpo hasta llegar a su miembro
Cuando llegué a su miembro, comencé a masturbarlo suavemente unos segundos y, acto seguido, comencé a besarlo, al principio por el tronco y, después, por la punta, lo cual provocó que Willy no pudiera controlarse y comenzará a gemir fuertemente.

-Aaah...RUBIUUS...N-no parEEES...
-Otra vez, gime otra vez mi nombre, demuestra quién es tu amo- Dije excitado a más no poder.

Acto seguido, Willy fue tanteando hasta encontrar mi cabeza y, cuando la encontró, la empujó hacia abajo, obligándome a meterme todo su enorme miembro en la boca, así que comencé a succionar para darle más placer, lo cual provocó que sus gemidos aumentaran.
Tras unos cuantos minutos chupando su enorme miembro, Willy se corrió en mi boca.
Tras tragarme toda su deliciosa leche, decidí que era mi turno, así que fui hacia él y, tras masturbarme unos segundos, metí, suavemente, mi miembro en su boca mientras agarraba mi miembro con una mano y, con la otra, sujetaba la cabeza de Willy para que pudiera tragarse todo mi miembro.
Tras unos intensos minutos, me corrí deliciosamente en su boca y, acto seguido, procedí a desatarlo.
Cuando le desaté, él se puso en posición y le penetré suavemente para, acto seguido, ir subiendo la intensidad.
Nuestros gemidos retumbaban por la habitación y el calor aumentaba cada vez más.
Tras unos cuantos minutos, nos corrimos a la vez y me dormí a su lado.
2 horas después, me levanté y, tras despedirme de Willy con un largo y tierno beso, me fui a picar para ver si encontraba diamantes.
Estuve picando hasta el atardecer y volví a casa con 10 diamantes.
Cuando llegué, saludé a Vegetta con un fugaz beso y, acto seguido, cené algo de fruta y me fui a dormir temprano.