II

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Bakugo lo acompañó fuera del departamento luego de un rato, mientras Izuku cruzaba la ventana para bajar por la escalera de incendios, recordó que no se había presentado.

—Ah, por cierto, no te dije mi nombre antes. —dudó al ver la mueca desinteresada del demonio. —Soy Midoriya Izuku.

—¿Izuku? —se burló. —¿Qué clase de nombre estúpido es ese? Voy a llamarte Deku, te queda mejor.

Izuku rodó los ojos.

—Yo soy Bakugo Katsuki, harías bien en recordarlo.

El de cabello verde le sonrió con ironía.

—No me importa, te llamaré Kacchan.

—¿Crees que eso es insultante?

—No, pero estoy seguro de que te molestará más que si te llamo imbécil.

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Acordaron verse en el apartamento del cenizo durante las noches, Izuku trabajaba como encargado en una farmacia y no podía darse el lujo de perder el poco dinero que ganaba por irse a discutir con Kacchan, al ser una criatura inmune al paso del tiempo, él no necesitaba dormir ni comer, pero la renta de su apartamento no se pagaba sola y él debía pasar lo más desapercibido que pudiera.

Sus amigos se dieron cuenta de que algo estaba ocurriendo, pues luego de la primera semana de que comenzara a desaparecer a las ocho de la noche y reapareciera por las mañanas estaba comenzando a ser molesto. Ochako se acercó a él, preguntándole si había algo mal, pero Izuku la hizo sentir mejor diciéndole que todo estaba bien, que solo estaba yendo a despejar la mente.

Luego de la segunda semana, fue Tenya quien lo interceptó, exigiéndole respuestas. Su excusa esta vez fue que había recordado algunas cosas sobre su encuentro con Satanás y que necesitaba estar solo para relajarse.

La tercera semana, fue Shoto quien lo detuvo en la entrada del apartamento que los cuatro compartían.

—¿Vas a irte hoy también?

—Si... es que he estado algo distraído, solo estoy-

—Escucha, Midoriya, no voy a cuestionarte, sé que tienes varios cientos de años y que sabes lo que haces, pero deja de mentirnos, ¿sí? Es preocupante verte salir y que cuando regreses huelas a demonio como si hubieras estado...

—¡Está bien! —exclamó, avergonzado. —yo, he... estado saliendo con un demonio, ¡pero solo charlamos, lo juro!

Todoroki no pareció creerle, pero asintió.

Así, volvió a escapar de sus amigos para escabullirse a un edificio de buen nivel en medio de una avenida muy transitada, subió las escaleras hasta el cuarto piso y entró en el apartamento 1718 sin molestarse en llamar a la puerta.

—¡Oh, Midoriya! —saludó Kaminari desde la estancia, bebiendo una botella de cerveza barata mientras Ashido, Sero y Kirishima jugaban a las cartas.

—Eh... hola, chicos, ¿en dónde está...?

—Está tomando una ducha. —respondió Mina, sonriéndole ampliamente y guiñándole un ojo.

Izuku asintió lentamente, girando para ir en busca del demonio, entrando en su habitación y soltando un chillido cuando lo encontró saliendo de la ducha completamente desnudo y empapado.

—¡¿Q-que haces?! —exigió saber, dándose la vuelta y cubriéndose la cara sonrojada.

—Tomaba una ducha, ¿no es obvio? El grupo de idiotas me empapó de cerveza. —le respondió el cenizo con normalidad, caminando para buscar una toalla.

Alas y Cuernos; [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora