¿Quién te gusta? 💢 || K.TH × K.SJ × J.JK

~02~

Un chico de cabellos medio largo pelinegro ondulado con unos ojitos grandes de Bambi se encontraba muy nervioso, temblando en su lugar y en sus manos una carta que tenía un sticker de corazón para cerrarlo. Estaba detrás de la puerta del consejo estudiantil moviendo sus pies con inquietud, no, definitivamente no podía hacerlo. Hoy era el día en que por fin se atrevería a declararse al presidente, que llevaba ya un tiempo en ocultar sus sentimientos por cierto. Dios, se había comprometido hacerlo ese día, no se podía arrepentir estando tan cerca de lograrlo. Aquel chico se llamaba Jeon Jungkook, de segundo año, un chico callado bastante tranquilo y tímido de por medio con gente nueva. Conoció a Seokjin cuando vino a su clase a informar que necesitaban más miembros para el consejo, y al verlo sintió sus mejillas colorarse y su corazón palpitar con rapidez, su Hyung era muy atractivo físicamente, y a pesar de ser un caso especial le gustaba porque sentía que era como él, que eran compatibles en todos los sentidos. Le gustaba el presidente del Consejo estudiantil.

Por eso, quiso confesarse ante él, pero rayos, era muy tímido, sudando por las manos de solo pensar en que le diría el mayor.

Iba a tocar la puerta pero se ve interrumpido ya que fue abierta, rayos.

El que abrió la puerta era Jimin, dio un suspiro de alivio, pues eran amigos cercanos.

—Jimin-shii, Santo Dios casi me das un paro cardíaco.— se lleva su mano a su corazón tratando de regular la respiración.

El mencionado ríe.

—ay Jungkookie, ¿qué estás haciendo aquí?— preguntaba con una sonrisa curioso.

El menor se paraliza, diablos, ¿qué le diría?, no podía simplemente decirle la verdad, sería vergonzoso. En un movimiento rápido oculta la carta detrás de él.

—a-ammh, yo... — pronunciaba nervioso, pensando en que decir.

Jimin alza una ceja, esperando que iba a decir el menor de lindos ojos de Bambi.

—yo iba a hablar con el presidente.— respondía rápido con un ligero sonrojo en sus mejillas.

El de baja estatura pareció entenderle asintiendo con una sonrisa, haciéndose a un lado para que pasara el menor.

—iré a comer algo mientras tanto, te encargo a Seokjin Hyung, nos vemos jungkookie.— se despedía agitando su mano.

—esta bien Jimin-shii, nos vemos.—

Al ver que Jimin cierra la puerta gira sus talones en busca del presidente, buscando con la mirada hasta encontrarlo sentado rodeado de papeles y libros diferentes.

Jungkook siente derretirse, su Sunbae era tan responsable.

A pasos lentos se acerca hasta su presidente quedando en frente de él.

Dios, nunca había estado tan cerca de él, solo lo veía por las mañanas desde lejos o en la hora de almuerzo en el patio comiendo solo con un libro a mano.

Y podía ver que hasta escribiendo se veía guapo.

—di-disculpa, eh, ¿Sunbae?— llamaba Jungkook con tímida voz.

Seokjin levanta la mirada ante el llamado, y quedó confundido al ver que no era Jimin si no a un chiquillo pelinegro de rasgos atractivos y grandes ojos del mismo color que el de su cabello.

Mira para todos los lados si el llamado era para él, pero como no había nadie más que el chico y él, supuso que lo llamaba a él.

El presidente no dijo nada, sólo se quedó esperando que dijera algo sin obtener alguna respuesta.

¿Qué?, ¿acaso no iba a hablar aquel chico?

Finalmente decidió romper el hielo.

—¿sí?— se dignó a decir el presidente.

Jungkook traga saliva, nuevamente nervioso, por lo que iba hacer.

—y-yo...quería...

El presidente algo incómodo se remueve en su lugar, el chico estaba balbuceando y no decía nada, jugando con sus manos y a la vez rascándose la nuca.

—¿te conozco?— preguntaba Seokjin recargando su mentón en su mano tratando de buscar en su mente si es que había visto alguna vez al chico pelinegro de cabello ondulado.

—ammh, pues no, o sea si, digo- aish eh, nos vimos hace un tiempo en el salón de segundo año A— contestaba con una esperanza de que al menos recordara su rostro.

La verdad, es que Seokjin solo ha ido una única vez a los salones de los de segundo año por cosas del consejo, pero de prestar atención a los demás estudiantes era algo totalmente diferente, y pues nunca había visto aquel chiquillo que temblaba frente a él.

Entonces, el presidente se levanta de su asiento. Poniéndose frente al chico recargandose en su escritorio listo para escuchar lo que el menor quería decirle.

Y Jungkook, se puso aún más tímido.

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