ᴘᴜʙʟɪᴄ ᴇʏᴇ~Cᴏᴍғᴏʀᴛ

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Ya estaba harta de todo, de que se metieran en su vida día tras día, parecía que no tenía permitido hacer algún movimiento sin que todo París se enterara. Básicamente ya no tenía vida privada debido a que cada paso suyo estaba monitoreado por ojos extraños.

No podía más con el estrés, agradecía el apoyo recibido a lo largo de estos años pero existía ocasiones en donde sentía que ha no podía con el peso sobre sus hombros. Ahora mismo estaba evitando cada punto concurrido y cada cámara de seguridad pues necesitaba un momento de paz para ella en donde no se hablara de su identidad como heroína.

Y realmente, su hogar no era el lugar ideal ahora mismo debido a que sus padres formaban parte de ese grupo que solía alabar e idealizar a la heroína prácticamente todo el día. Necesitaba un lugar lejos de todos, un lugar neutral que le devolviera a esa realidad donde solo era ella. 

《Adrien》concluyó en su mente al cerrar los ojos por un momento al sentir el aire correr por su rostro, la tarde se alzaba bañando el cielo en tonos naranja y pensaba que sería imprudente visitarlo tan tarde pero realmente no tenía a quién más acudir cuando comenzaba a sentirse presionada del mundo en general.

Así que apuró sus pasos hasta aquel lugar donde últimamente solía pasar sus días encontrando paz, al llegar lo observó por el gran ventanal que permanecía abierto como ya era costumbre para que ella ingresara. Se encontraba practicando el piano, tan apacible y concentrado como siempre, tanto que se odió en el momento que él se desconcentró al escuchar el ruido que ella provocó. 

—Lo lamento.—pidió con una postura compungida.—No sabía que estabas ocupado, solo pensé en venir.

Él chico la miró con ternura, él más que nadie sabía todo el estrés que esto le generaba; no solo porque ella se lo contara a su identidad civil, sino más bien porque él lo veía casi a diario en la piel de Chat Noir.

—No hay problema. Sabes que mi habitación siempre está disponible para ti cuando...—se detuvo cuando se dio cuenta que sus palabras sonaban muy raras, diferentes al contexto que quiso dar. Se rascó la cabeza.—Quiero decir…

No lo dejó terminar pues sus brazos rodearon su torso al envolverlo en un abrazo necesitado. Adrien no quiso aportar más, limitándose a corresponder con la misma confianza que ella le brindaba, no en balde  llevaban dos años como compañeros y ahora mismo, se podía decir que Adrien logró ser su amigo fuera del trane gatuno desde hace cinco meses.

—Ya no aguanto tanto estrés. —mencionó entre lágrimas. —Tal vez pienses que soy una tonta o una inútil heroína pero este tiempo siendo también la guardiana de los miraculous...me tiene muy mal ¡Solo soy una chica de 17 años.

Él la apretó entre sus brazos al sentir su angustia, la verdad era que la entendía perfectamente pues este último tiempo había resultado muy difícil para ambos debido a que los akumas de Hawkmoth se habían vuelto más poderosos gracias a la actual ayuda de Mayura.

—No eres ninguna inútil.—la apartó de él para levantarle el rostro y admirarla.—Eres la mejor heroína que este lugar pudo tener, eres valientes, decidida, muy inteligente.—acariciaba sus pómulos con suavidad.—Es normal que tengas esos bajones a causa del estrés. Pero eso no te hace la peor. 

Ella se secó el rostro con su mano enguantada, posteriormente colocando ésta sobre la de él. Era muy bonito tener a Adrien en su vida lejos del interés romántico que le sentía, en él podía encontrar consuelo, ternura y tranquilidad. 

—¿En verdad piensas eso de mí?—cuestionó con las mejillas rojas.—Quizá solo estoy siendo muy tonta por hacer de esto una tormenta de agua.

—Hey.—llamó la atención de la joven.—No te llames así, las responsabilidades siempre traen consigo muchas cosas, cambios y demasiadas consecuencias. Más siendo la heroína más hermosa de todo parís. —coqueteó sutilmente con ella para hacerla sonreír.—¿Quién no quisiera estar enterado de todo lo que haces?, aunque a veces la gente se pasa y cree que pueden ser los dueños de tu tiempo. Así que créeme cuando te digo que es totalmente natural que te sientas sofocada, pero por hoy, en este momento olvídate de todo y solo sé tú. 

Ladybug soltó un suspiro ante las palabras de Agreste, siempre era grato con sus palabras pues sabía que decir para que ella se sintiera tranquila. Eĺ chico la tomó de la mano al caminar con ella hacia el gran piano color negro que se encontraba en medio de su habitación.

—Espero disfrute del concierto hermosa catarina, va dedicado especialmente para usted.—indicó al ejercitar sus dedos antes de empezar a tocar.—Despeje su mente y solo sumérjase en pensamientos dulces.

La chica se acomodó con medio cuerpo sobre el instrumento, sus brazos apoyados en la superficie sostenían su cabeza, cerrando sus ojos para sentir el arrullador sonido de aquella pieza musical que él le transmitía con sus dedos en las teclas. Era increíble como cada nota que salía del piano le envolvía, no dejando paso a ningún tipo de pensamientos o cosas que usualmente la estresaban.

Solo eran ella, el piano y él sin ningún tipo de preocupaciones. Cosa que le agradecía infinitamente ya que si no fuera por Adrien, seguramente ahora mismo sería un caos total.

Amaba pasar el tiempo con él, ambos disfrutaban de su compañía. Sentía que ahí a su lado era su sitio, y definitivamente no quería abandonar nunca por más años que pasaran. Tal vez ella era la heroína que todo parí necesitaba, pero Adrien era el héroe personal que ella siempre había soñado.

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Segundo y tercer os de este reto lukadrien en un solo mix, ojalá les guste. Espero ya no retrasarme mucho, y sino pues, seguiré con mis mezclas raras.

Hasta más al rato (o mañana mismo) con un shot nuevo. Besos ♡.






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