¡No soy tuya, Tu eres mio! (Jin x Yena)

Sonrisa

Agradeceria que leyeran ahsta el final, ya que este cap, es uno en los que mas me eh esforzado en escribir, no tanto en lo largo, sino en lo emotivo, agradeceria de verdad, que lo leyeran completo.

_-Narra Jin

Ambos estábamos caminando de regreso a casa luego de ayudar a Kris en lo que necesitaba. Gracias al cielo el clima estaba agradable, y ambos disfrutábamos de la estancia del momento.

Yo por otra parte me vi obligado a ayudar para no dejar mal a Kris, y aunque me dio un reverendo golpe en el estómago puedo decir que realmente no me molesta demasiado, ya que el golpe tenía la razón de proteger a Yena, quien había sido ex jefa del grupo que habían formado de niños.

Yo podía dejar de lado lo sucedido, además, no quería decirle a Yena ya que podría enojarse con Kris y tener una pelea con él, y luego de su ardua victoria tendría que lidiar con una Yena malhumorada a gran escala. Así que mejor decidí no decir nada.

Por otra parte, el otro amigo de Yena llamado Akame, el cual raramente era un hibrido, dijo que no vería a Yena, y así como apareció se esfumo de nuestra vista, realmente el chico era raro, e incluso más inexpresivo que yo en muchos grados.

También me abstuve a contarle a Yena que me encontré con ese chico, por la simple razón de que no sé por qué Akame decidió no ver a Yena aun siendo amigos de la infancia, quizás están peleados o hay otras razones, yo ciertamente tenia algunas dudas pero no le pregunte nada, ni tampoco le pregunte a Kris, ya que, realmente quería evitar todo contacto con el si era necesario.

Luego del arduo trabajo que hice al ayudarlo, nos regaló una bolsa de manzanas justo como a de ayer, cosa que yo no negué ya que como ayer vi que Yena se estaba comiendo las manzanas a gusto mientras veía la tv, supuse que también querría comerlas hoy.

Y así es como me encuentro ahora aquí, mientras mi novia me ve con su hipnotizaste acompañada de una sonrisa cálida que me hace feliz de solo verla, además de ofrecerme una manzana con su mano.

— ¿quieres una?

Yo le sonreí mientras la tomaba.

— Por supuesto

Le di una mordida a la jugosa manzana que me había dado Yena, era realmente dulce así que quizás puse una cara de satisfacción como la que suelen poner los demás al probar una comida deliciosa, ante esto Yena se rio leve y luego apego su hombro al mío y recostó su cabeza en mi hombro por unos segundos.

Yo ya sabía que era lo que quería, como siempre nunca expresaba lo que quería de manera coherente, pero cuando uno le toma el juego a sus indirectas puede satisfacer las peticiones de su pareja.

Le mire de manera cálida y le di un pequeño beso en los labios.

Ella solamente se sonrojo leve y siguió sonriendo como de costumbre, y saco una manzana de la bolsa que nos habían regalado y prosiguió a comer una.

— Debes estar algo cansado.

— Un poco, pero no te preocupes, solo era un poco de trabajo.

— Aun así, creo es bueno que hagas un poco de ejercicio.

— Oye, que me lo digas tu es realmente molesto.

— Pareces una hogaza de pan bimbo.

— Oye!

— Pero aun así te comería

Ella me miro de manera cautivadora mientras se acercó un poco a mi rostro sin ambos detenernos de caminar.