Graduacion

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Leer el final del capítulo por favor, es importante a información que daré.




Una ligera briza suave estaba presente en el ambiente, hacía que las ramas de los árboles se movieran de lado a lado produciendo un ruido que acompañaba a la acomplejada briza. El cielo estaba despejado, azul, brillante, y unas pocas nubes tapaban de vez en cuando el sol ubicado en la cúspide del cielo.

Mi cabello se movía ligeramente por culpa de la briza ligera, y gracias a la sombra de un árbol el leve sol no me afectaba directamente, además de eso, mi mirada estaba baja y por ende no miraba directamente la luz ni los reflejos del sol.

El lugar era extenso, se extendía bastante por el horizonte, un lugar que tenía un paste verde que hacia contrate con el cielo azul, era bastante hermoso si se le mirara así.

Yo mantenía mi mirada hacia ese lugar, debajo de mí, una losa de concreto decorada con una que otra cerámica y que tenía una foto en un lugar algo apartado, esta losa tenía un nombre, una fecha y ciertas palabras que no quiero mencionar.

Era una lápida.

El lugar, hermoso de por sí, era un cementerio. Un lugar donde esas personas que conocimos y que extrañamos descansan. Bueno, si se le mira de esa perspectiva también puede resultar hermoso.

Pero, este no es el caso.

Este es mi caso.

Miraba con indiferencia la lápida a mis pies, no podía sentir nada al leer el nombre, ni un sentimiento fugaz se filtraba atravesó de mi mente, ni dolor, ni tristeza, ni odio, ni rencor, no evocaba nada que pudiera hacer ninguna reacción en mí.

Era simple, después de todo no es que tuviera memorias de un pasado con el que pudieran hacer que yo reaccionara de alguna manera, era así, seco, distante, solo eso.

Su nombre, el cual no quiero mencionar. Su apellido, que no quiero decir. Y su apariencia que no quiero relatar. Eso era él.

Es mi padre.

Corrijo.

El hombre que me dio la vida.

De él es esta lapida que estoy observando con tanta indiferencia, su nombre grabado en el concreto que permanece legible incluso después de varios años. Él fue quien me dio la vida, y que nunca estuvo en ella.

Aunque el debió ser mi padre, nunca lo conocí, nunca tuve la oportunidad de esperar algo de él.

Aunque el debió ser mi padre, ya que me dio la vida, no lo es, ya que aunque me la dio, no estuvo en ella.

Aunque el debió ser mi padre, nunca hoy su voz, sus palabras de aliento, su cuidado y muchos menos sentí el amor paterno de parte de él.

Quizás tuvo sus razones en su momento, lo cual puede o no justificar todo lo sucedido, pero, simplemente no lo entiendo, y no quiero entender sus razones. Quiero dejarlo ahí, a un lado, ya que lo que paso, no lo pueden cambiar un pasado lleno de circunstancias.

No siento nada por él, ni odio, ni tristeza, ni algún otro sentimiento que pudiera ser perceptible de alguna manera, no siento nada, y es mejor de esa manera. Es mejor que sentir un rencor ridículo, que solo me afectara.

El ya no me importa, y aunque murió, y no siento nada por él, me hubiese gustado hablar con él, y preguntarle en qué demonios pensaba.

Ah, y preguntarle, si lo de enamorarse de una mujer de otra especie es genético, valla lio.

¡No soy tuya, Tu eres mio! (Jin x Yena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora