Territorio

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_-Narra Jin

Percibí los ligeros movimientos que se transmitían por la cama, acompañado de una tenue respiración que rosaba mi cuello. Estas cosas hicieron que me despertara de repente, pero no cambio el hecho de que seguía somnoliento.

Medio despierto talle mis ojos quitando así un poco la pesadez de ellos, para luego inspeccionar con mis manos mis alrededores. Sentía la suavidad de las sabanas rozando mi cuerpo, realmente era una sensación agradable.

Pero había algo mas que no podía dejar de lado, era el hecho de que sentía la aridez de alguien más entre las sabanas de la cama.

Yo al recuperar un poco más mis sentidos cognitivos, recordé la noche anterior, eso me hizo sonreír levemente, ya que había perdido mi virginidad con la persona que amaba.

Al abrir un poco los ojos, vi a Yena dormida tranquilamente, mientras estaba acostada en mi costado recostando su mejilla de mi pecho y abrazando mi abdomen con una de sus manos, su respiración era cálida por lo cual hacia juego con el frio que nos otorgaba el aire acondicionado, su cabello corto estaba revuelto y desordenado, cosa que para mí era bastante cómico pero también muy tierno.

Yo no pude evitar dar con la punta de mi dedo índice pequeños toques en su mejilla para ver como podría reaccionar, y al verla, arrugo un poco los ojos mientras que escondía un poco su rostro en mi costado.

Luego de eso, la abrase con cariño acurrucándome junto a ella, aparte de eso, comenzó a acariciar su nuca jugando de vez en cuando con su cabello corto, sé que eso le gustaba a Yena así que lo hice durante unos cuantos minutos.

Al poco rato logre ver que Yena abrió los ojos lentamente, también pude ver que aún estaba medio dormida, por lo que me reí un poco para luego proseguir a molestarla.

— Buenos días, Hiena durmiente.

Ella ya con los sentidos medio recuperados escondió su cara en una de las almohadas para luego responderme.

— cállate...

Yo continuaba acariciándola, mientras que ella se dejaba acariciar mientras buscaba acurrucarse nuevamente en mi costado. Yo le cedi y ella prosiguió a poner su mano en mi oreja y dar leves caricias.

Luego de un rato de estar así, ella se sentó en la cama mientras tallaba sus ojos para quitar la pesadez de sus pestañas. Yo solo la veía acostado todavía, porque realmente no quería levantarme.

— Ya te vas a levantar....

Ella se erguido mientras se estiraba, haciendo que su espalda se curvara y dejara ver una pose que exponía los hermosos pechos que eran parte de ella, para mí era una increíble vista.

— Si, vamos tarde a la academia.

Yo por inercia al escuchar eso vi el reloj digital que estaba en la mesita de noche alado de la cama, en al cual se veía marcada las 7:43 am.

— Recuerda que hoy entraremos tarde ya que hay una junta de profesores....

Ella me miro mientras que con sus manos intentaba arreglar el desastre de cabellos en su cabeza, dejando ver la facilidad del manejo de un cabello lacio que terminaba en algunas puntas abiertas.

— Lo sé, no soy tan tonta, pero recuerda que estamos en la cuidad y aquí no tenemos nuestros uniformes...

No podía negar que tenía razón, estábamos en la ciudad y llegar a la propiedad de la academia podría tardar más o menos como una hora.

Ella se sentó en la orilla de la cama dándome la espalda, dejadme ver esa piel blanca y suave que le pertenecía a ella, además de eso vi su cola y el punto en donde se originaba, realmente hermoso.

¡No soy tuya, Tu eres mio! (Jin x Yena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora