Daniel

5.1K 67 0
                                    

Después de un viaje de ocho horas en autobús y de unos asientos que parecía que mi cuerpo estaría pegado a ellos por siempre, llegue a la capital solo para conocer a una persona que había cambiado mi mundo o eso creía hasta ese momento, era hermosa, alegre, inteligente, pero lo que más me encantaba de ella es que era sumamente pervertida.

Realmente no sabía que pasaría al conocerla no tenía mucha esperanza puesto que yo no era el mejor prospecto de hombre, no era algo, no era atractivo, pero supongo que tengo mi encanto. Le escribo para avisarle que ya había llegado y que me mandará la dirección de su casa, estaba un poco nervioso ya que no sabría cómo reaccionar al momento de conocernos en persona.

Tome un taxi y llegué hasta su casa, me pare unos minutos frente a su puerta, dudando si tocar el timbre o no. Tome aire y el valor suficiente, de todos modos ya había recorrido suficiente el país para llegar allí, si yo no era lo que ella espera aún podía conocer la ciudad aunque fuera solo, pero tenía la esperanza de que ella me la enseñará. Una señora mayor abrió la puerta, y yo me quedé sorprendido pues en ese instante creí  que todo este tiempo había hablado con una persona completamente distinta.

- buenas tardes joven, que desea
- hola vengo buscando a ...
- si joven soy yo, en qué puedo ayudarle

En ese momento estaba algo confundido pues la señora tenía una edad avanzada, y para las platicas que habíamos tenido y todo sobre lo que habíamos hablado en el último año y para la edad que me dijo que tenía me sentí raro. Pero...

- joven no es cierto, ella bajará en un momento pasa por favor

Había sentido mi corazón detenerse y luego volver a andar, y paso otra vez al momento en que ella bajo y la vi por primera vez, muy parecida a las fotos que ella me había enviado pero mejor. Tenía unas caderas que se pronunciaban, un busto que con el escote que tenía puesto se le veía fantástico, y un trasero que aunque no se lograba ver bien, si era como en las fotos era algo precioso y tampoco se veía muy bien pues llevaba una falda que hacia que sus caderas se vieran más prominentes, y todo eso en una mujer de menos de 1,55 de estatura.

Vino hacia a mí y se me tiró encima para abrazarme, luego de bajo y me dio un beso en la mejilla.

- te demoraste mas de lo esperado en llegar
- había mucho tráfico, que esperabas
- bueno lo importante es que llegaste, ven te mostraré donde dormirás
- pero no habíamos quedado en que me quedaría en un hotel
- si, pero a mi abuela le he contado mucho sobre ti y me dijo que no debía dejarte en un hotel, y menos si ella tenía donde acomodarte
- está bien

Y me gire para darle las gracias a su abuela, para luego subir al cuarto.

En la noche

Luego de haberme acomodado en la habitación, y de que su abuela nos prepara la cena, nos pusimos a ver una película junto con su abuela

- yo ya me iré a dormir, y ustedes también deberían mañana les espera un día largo si esperas mostrarle la ciudad en los días que se quedará - dijo su abuela mientras subía las escalas

Luego de esto ella se acercó a mí y se acostó sobre mis piernas, y dejando al descubierto su culo, pues la falda se le había subido y tenía puesto solo una tanga que hacia que su culo se viera fantástico, de ves en cuando lo volteaba, de verdad que era algo que no me creía y mi pene tampoco pues de un momento a otro se puso durísimo. Intenté que ella no lo notará pero era algo inevitable, pues la había hecho que ella se moviera.

Solo Un Poco Mas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora