Ella caminó a oscuras en dirección a la salida del piso 4, hacia donde su compañero se había dirigido. Se lamentó haber olvidado el móvil en la habitación, pensó en buscarlo pero, sea donde sea que se encontraba, no parecía el hotel.
Entonces, una luz a sus espaldas proyectó una larga sombra sobre el piso derruido, lo que confirmó que, en efecto, aquel lugar estaba lejos de ser el hotel en el que se alojó, más bien parecía las ruinas de algún edificio abandonado. Volteó un instante después esperando, quizás, lo peor... sin embargo, vio la cara de su acompañante que la enfocaba con la linterna de su teléfono.
—Estaba yendo a la salida y terminé al fondo de un pozo con agua, y ahora aquí —dijo él—. ¿Qué está pasando?
Ella tomó el móvil de la mano del otro e iluminó en derredor.
—Las ruinas circulares de la casa colegio —concluyó entonces—, no sé qué está pasando, pero estamos aquí de nuevo.
—Estoy soñando, sí, eso tiene que estar pasándome.
—Entonces es un sueño de a tres —dijo una tercera voz, a sus espaldas.
Cuando voltearon, la luz reveló el rostro preocupado de Shiro, tenía los ojos hinchados, como si hubiese estado llorando.
—Dime que esto es, de alguna manera extraordinaria, una broma tuya, parte de la experiencia —dijo ella.
Mas Shiro respondió con silencio.
—Shiro dijo que si nos quedábamos mucho tiempo en la casa colegio un yūrei podría seguirnos —indicó él, con cierto temblor en la voz.
—¡No seas tonto, nada es real, solo son creencias! —exclamó la mujer, quizás no tan convencida de sus palabras.
—Jóvenes —intervino, finalmente, Shiro—, tal vez nunca salimos de este lugar.
FRAGMENTO DISPARADOR DE IDEAS
«Al fin tuvo una feliz ocurrencia: recordó que había un modo de salvar al árbol seco. (Era el día decimosexto del mes primero.) Entró en el jardín, se inclinó ante el árbol marchito y le habló de esta manera :
—Ahora dígnate, te lo imploro, florecer una vez más, porque voy a morir en tu lugar.
(Pues se cree que uno en verdad puede ofrecer la propia vida a cambio de la de otra persona, de la de una criatura, o aun de la de un árbol, por mediación de los dioses; el acto de transferir la propia vida se expresa con el giro migawari ni tatsu, «actuar como sustituto».) Entonces tendió un manto blanco y varios edredones bajo el árbol, se sentó sobre los edredones y realizó un hara-kiri al estilo samurai. Y su espíritu penetró en el árbol y lo hizo florecer en esa misma hora.
Y todos los años sigue floreciendo en el día decimosexto del mes primero, en la estación de la nieve.»
«Jiu-roku-sakura» - Lafcadio Hearn (Yakumo Koizumi)
ETAPA 3
Bienvenidos a la etapa 3, la que los dejará a un paso de ser los ganadores de La hora del Terror 4.
Con este extracto de Jiu-roku-sakura, del Lafcadio Hearn, también conocido por su nombre japonés Yakumo Koizumi(en nuestra antología Historias para no dormir podrán leer algo de él), damos inicio a la tercera fase. Recuerda que el fragmento seleccionado funciona como disparador creativo de ideas, no debes copiarlo textualmente en tu escrito, ni tampoco seguir el argumento de Jiu-roku-sakura, lo que nos interesa es la creatividad y leer obras originales que nos ericen la piel.
Tienes hasta el 30 de junio, inclusive, para dejar el enlace de tu historia en la caja de comentarios de esta sección (no otra), como también las consultas que tengas con respecto a esta etapa.
Ten en cuenta que tras esta fase conoceremos a los finalistas de La hora del Terror 4, es decir, cualquier historia presentada luego de finalizado el plazo quedará fuera de concurso (por la estructura misma del certamen, la etapa 3 es esencialmente eliminatoria).
Sin más que agregar... ¡nos vemos en el final de esta historia!
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La hora del Terror 4
Horror¿Estás preparado para el desafío más oscuro y terrorífico de nuestro perfil? «La hora del Terror 4» pondrá a prueba tu lado más tenebroso, prepárate para sumergirte en todo el horror paranormal de la cultura japonesa.