«Why Not?» - Minchan OS

Incluso si mueres, siempre seras tú.

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Chan está muriendo,
Minho nunca lo hará.
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Está tan pálido como siempre; su piel siempre me ha recordado a la seda blanca, el viento esponjoso en formas abstractas y margaritas. Sin embargo, nunca lo ha visto tan pálido. Ahora me recuerda a huesos, esqueletos, muerte. No es un buen presagio, es solo el signo de las peores cosas por venir. No pierdo el tiempo tratando de convencerme de lo contrario. Lo se mejor que nadie.

Esto sucedería y ambos eran conscientes de ello. Ignorarlo fue efectivo solo hasta que Chan creció y se arrugó y Minho ya no pudo presentarlo como su novio. Fue difícil porque Minho insistió en hacerlo, pero Chan pensó que no era una buena idea. Se parecía más a su abuelo. Minho era joven y guapo, sus mechones brillaban en la gloria marrón y sus hermosos ojos aún llenos de esperanza, mientras que Chan parecía exhausto y viejo-muy viejo-, su cabello gris y sus ojos cubiertos por anteojos-ahora no puede ver muy bien-, debido a su antiguo trabajo que le pasó factura a sus ojos.

Minho no envejece, y ese es el principal problema. Todavía aparenta veinticinco años, tal vez veintiséis para todos. Tiene que mudarse de vez en cuando porque la gente tiende a sospechar después de tanto tiempo sin tener una sola arruga, un solo cabello blanco, un solo signo de dolor. Ha sido tan joven desde que tiene memoria. Por mucho que desee poder envejecer, no lo hace. El no puede. Probablemente nunca podría hacerlo.

Es una mierda porque estos cuarenta años con Chan a su lado han sido los mejores que ha tenido, pero no es mucho tiempo en comparación con todos los años que ha vivido. Espera que dure más. No quiere perderlo, todavía no.

Pero era consiente, sabía que habría un momento en que ambos tendrían que enfrentar la cruel realidad. Chan morirá. Minho nunca lo haría. Así es como funciona, y lo sabían, lo sabían por el amor de Dios, ¿por qué duele tanto?

Minho desea que dure más pero, de alguna manera, nadie escucha sus oraciones silenciosas. Chan todavía está dormido y apenas respira. Tiene miedo de desear que se despierte en un par de horas en caso de que no suceda. La vida de Minho puede ser eterna, pero eso no significa que tenga que ser maravillosa. De hecho, el dolor ha crecido, en silencio pero con firmeza, y disminuyó y aumentó al mismo tiempo cuando conoció a Chan.

Tomo su mano, fría y huesuda contra la suya. Solía ​​ser suave, un lugar cálido para sostenerse. Ya no. Él entrelaza sus dedos lentamente, temiendo de romperlos. Aunque puede sentir la piel de Chan, Minho no está seguro de estar realmente allí. Parece que Chan está a miles de kilómetros de distancia. Y no es lo suficientemente rápido como para alcanzarlo.

Él está tan perdido en su toque, queriendo recordar qué se siente al tomar la mano de Chan hasta su último día, quiere recordarlo hasta que sea su hora de morir, que no se dio cuenta cuando los párpados de Chan se abrieron, casi dolorosamente. Sus labios se separan y suspira, captando la atención de Minho.

-Oh, Chan- dice, tratando de forzar una sonrisa, pero es difícil. -Hola-

Chan traga saliva y mira la cara del menor. Minho se siente intimidado, como si estuviera equivocado. Parece un extraño, no le queda bien.

-Lo siento-, dice Chan. Minho está seguro de que puedo ver una lágrima rodando por su mejilla.

¿Por qué? Minho quiso preguntar. ¿Por enfermarse? ¿Por el debilitarse? ¿Por morir?

-No lo hagas- trato de tranquilizarlo pero ni siquiera puede tranquilizarse el mismo. Duele mucho. Hay una diferencia abismal entre saber que esto iba a suceder y vivirlo. No había pensado que sería tan doloroso. Se había equivocado completamente.

-Minnie- suspiro. Puede recordar su juventud, cuando ambos florecían, casi brillaban. Puede recordar todo, incluso si le duele la cabeza debido a toda la información que ha reunido. No se arrepiente. Ahora no, nunca. Chan solía decir su nombre así, con amor y ternura, se alegra de que no haya cambiado. -Lo siento-

-No. Yo lo siento-, dice Minho.

¿Por qué? ¿ Por no enfermarse? ¿Por no debilitarse? ¿Por no morir?

No lo sabe, pero aún siente la necesidad de disculparse. Tal vez quiera pedir perdón porque su relación-no fue-no es normal. Nunca lo ha sido. Porque no podían envejecer juntos, con todo lo que significa. Porque están a kilómetros de distancia. Porque no puede evitarlo, aunque lo desea de todo corazón.

-No lo hagas-Chan repite sus propias palabras y esboza una sonrisa. Sus labios tienen un suave tinte rosado, casi perdido en la palidez, están severamente agrietados y Minho sabe que debe tomar un gran esfuerzo para sonreír, incluso si parece algo simple.

-Te quiero-

-Yo también te amo, Minnie- asegura, su sonrisa perlada se ha ido hace mucho tiempo pero puede imaginarlo -Aunque puedas olvidarme, puedes estar seguro de que eres el único que amo-

Minho niega con la cabeza, las lágrimas están en las esquinas de sus ojos, amenazando con caerse pronto -Eso no es cierto. Eres es el único que siempre he amado-. Dejo un suave beso en la mano derecha de Chan -teme que pueda robarle el aliento si besa sus labios- Nadie ha estado antes que tú. Y nadie estará despues.

Chan asiente con la cabeza y trata de sonreír, pero es difícil -Me alegro, entonces. Pero no quiero que te sientas mal si alguna vez besas, abrazas, amas a alguien más. Incluso si es en cinco mil años. Está bien si lo haces-

Minho niega con la cabeza otra vez. Cinco mil años es mucho tiempo para estar sin Chan.

-No quiero- trata de no llorar, pero la sola idea de estar con otra persona es repugnante, casi imposible -Nunca podría hacer eso.

-Está bien- dice. Abre los labios de nuevo, como si fuera a decir algo más, pero asiente de nuevo y repite -Está bien

Minho besa su frente y Chan tararea. Solía ​​ser así todo el tiempo. Minho ahora sabe que es la última vez. No puede hacer que dure.

Él sabía que esto sucedería. ¿Por qué duele tanto? Solía ​​pensar que Chan sería alguien para divertirse, para salir algunas veces, pero terminó siendo el amor de su vida.

Y su vida es demasiado larga, su vida es mucho tiempo.

Para siempre

Cuando piensa en esa palabra, no piensa en sí mismo. Él piensa en Chan

Ese es su único y para siempre.

Autor: Malhumorado