30 Días De OTP | KakaVege

Día 4

✨ En Una Cita. ✨

• 16 y 19 años•

¿Tienen idea de lo que se siente nunca haber pisado un Parque de Diversiones y subirte de primer juego a la Montaña Rusa? Pues estos Saiyajins si que la tenían. El peli flama le había pedido una cita a su amigo de infancia, cosa que había aceptado sin pensarlo dos veces, aun no sabía si el menor tenía alguna idea de a que se refería exactamente pero no le importó, él había aceptado y era lo que contaba.

Para ser alguien muy curioso Kakarotto se había negado a asistir a ese lugar si no era con su amigo y cuando éste le invitó no se negó, era su sueño después de todo.

— Vegeta, no tenemos que hacer ésto si no quieres. – para ser la primera vez de ambos el peli palmera estaba muy seguro de lo que hacían.

Por otro lado, el príncipe estaba temblando, no tenía miedo, claro que no, lo que no le gustaba eran los gritos que emitirían los demás terrícolas cuando la atracción comenzara. Odiaba el bullicio, pero no le arruinaría las ilusiones a su amigo solo por algo que detestaba desde los más profundo de su ser, claro que no.

— ¿Por quién me tomas? Claro que quiero, solo no me gusta tener que escuchar la bulla de los demás insectos. – nunca se guardaba nada cuando estaba con él, era como su lugar seguro.

— Está bien, pero si en algún punto sientes aunque sea un poco de miedo no dudes en tomar mi mano, como el día que me caí en aquel lago. – su sonrisa era genuina, no había segundas intenciones en sus palabras, eso era lo que más le gustaba al mayor, lo directo y honesto que el contrario podía llegar a ser.

Le agradeció internamente para así volver a mirar al frente y observar como el juego comenzaba.

No hace falta mencionar que en una de las bajadas los gritos de las personas se volvieron lo suficientemente fuerte como para que Vegeta tomara la mano de su acompañante en busca de calma y paciencia para no callarlos con insultos o golpes. Goku desbordó de alegría al sentir el contacto de su compañero.

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— No fue tan malo, ¿cierto? – estaban comprando un helado para que al peli flama se le olvidara el escándalo de hace unos minutos.

— Dilo por tí. – no estaba enojado, se notaba e su voz, es decir, quien estaría enojado cuando podía ver la felicidad y diversión resplandecer en el rostro de la persona que ama.

En cuanto les dieron sus pedido se encaminaron a la siguiente atracción de tan maravilloso lugar. Ese sería el mejor día de ambos, principalmente porque en ningún momento desde la Montaña Rusa se habían soltado de las manos.

Sin duda ese sería un día memorable para ambos, en especial porque al fin ambos habían obtenido lo que querían, pasar tiempo con el otro con el objetivo de ser algo más que amigos.

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