04

101 10 1
                                    


En que Googie da una fiesta

No hablamos durante el resto del trayecto. Tan pronto como llegamos a la casa, Minnie anuncia que está cansado y que va a acostarse. Abraza a Tae y le dice que le verá muy pronto. Desea buenas noches a Jin, que está sirviendo el helado en un cuenco para Tae. A mí no me dice nada. A Jin no le pasa desapercibido. Da a Tae su comida y lo manda a ver El holocausto bovino o como se llame. 

—Supongo que le has dado una buena —dice en un tono divertido.

—¿A qué te refieres? —pregunto con cautela.

—Bueno, vamos a ver. Habéis estado fuera casi una hora en lo que debería haber sido un trayecto de cinco minutos. Los dos habéis vuelto con cara de perro. Y ahora mismo, Minnie ni te ha mirado antes de subir. —Sonríe—. Así pues, cuéntame. Le has echado una bronca por ser tan rastrero y mudarse a San Diego, ¿verdad? Por favor, dime que lo has grabado. Apuesto que has estado absolutamente aterrador.

Me río a mi pesar.

—Algo así.

—Bueno, ¿por qué lo hizo?

—¿Hizo qué?

Jin me mira como si fuera retrasado.

—¿Por qué se marchó? Nunca le he creído cuando decía que era porque ya no podía soportar a mamá y papá. Debe de haberte dicho algo.

«Necesitabas personas que pudieran ser fuertes para ti. Creí que yo podía hacer eso. Pero entonces ocurrió aquella noche, y me di cuenta de lo débil que era en realidad. Estabas borracho, dolido y necesitabas un amigo, y entonces nos besamos, y comprendí que no podía ser el más fuerte. Pensé que de alguna manera te estaba presionando demasiado, y que era... No lo sé, Googie. Pensé que poner distancia entre nosotros era lo mejor que podíamos hacer en aquel momento.»

—¿Y bien? —insiste Jin, haciendo una mueca al probar el helado de soja de Tae.

—No —miento—. En realidad no ha dicho nada.

*:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧*:・゚✧

—¿¡Un qué!? —digo a Jin unos días después.

Él y Chungha están sentados a la mesa de la cocina de mi piso. Estamos tratando de ultimar los detalles de la fiesta de cumpleaños sorpresa del Chico, que será dentro de dos días. Leí en un sitio web sobre el cuidado de los hijos que cuando organizas una fiesta para niños tienes que darles bolsas de juguetitos y chuches, así que recabé su ayuda para reunirlo todo después de asaltar la tienda de todo a un dólar que hay cerca de la playa. No sé por qué los niños necesitan más juguetes de plástico baratos y golosinas, pero ¿quién soy yo para discutir con internet?

—¡Debes de estar bromeando!

—¿Qué? —exclama Jin, un tanto ofendido—. He oído decir que es muy bueno con los niños. Nuestros vecinos de al lado le contrataron en una fiesta que dieron.

Mira a Chungha en busca de ayuda, pero parece tan horrorizada como yo.

Suelto un gruñido.

—No contrataremos a un jodido payaso para la fiesta de Tae. ¿Cómo has podido sugerir una cosa así? ¿No te acuerdas de cuando vimos It cuando teníamos su edad?

Él sonríe.

—Nos quedamos levantados hasta el amanecer en el fuerte-sofá que construimos en la habitación de Minnie. ¡Eras un cagado!

Dos hombres y un niño↬ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora