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En que Googie ve gente que llega a casa para pasar el verano

Tres años después

Bueno, para ser franco con vosotros, en realidad no me llamo Googie. Mi verdadero nombre es Jeon Jungkook, pero he sido Googie desde que tenía trece o catorce años. Era la época en que Tae intentaba decir mi nombre cuando era un bebé y no sabía pronunciar Jungkook. Le salía muy extraño, algo así como «junkoo», pero en cuanto mamá lo oyó solo pudo pensar en que parecía que me llamara «Googie». Supongo que era una especie de divina comedia a su manera, pues yo había hecho algo parecido con otra persona cuando era pequeño. Pero ya volveré a eso más adelante.

Pues eso: Googie. Empezó a llamarme Googie. Por supuesto, al principio lo odiaba. No tengo y sigo sin tener nada de oso*. Pero mamá insistía, y cada vez que venía un amigo, respondía a una llamada para mí o hablaba con uno de mis profesores, ponía énfasis en llamarme Googie. Por aquel entonces empezaba en el instituto, y ya sabéis lo que pasa: cualquier cosa que hagas siendo alumno de instituto se recuerda para siempre. Todo gracias a mi mamá. El apodo se quedó; ella, no.

No trato de mostrarme sensiblero ni nada. No es esa clase de historia. Aquí no se trata del pobre Googie y cómo su madre huyó de él, dejándole a cargo de su hermano pequeño y arruinándole la existencia por ello, pero al final aprende Una Lección Muy Valiosa sobre la vida, etcétera. No será así.

Bueno, vale, borrad eso. No sé qué clase de historia es. Solo espero que no sea empalagosa y os haga vomitar. Esa clase de cosas me da náuseas.

Pero me estoy alejando del tema.

Solo quería ser franco con vosotros sobre cómo me llamo. Me imagino, por alguna razón, que cuando la gente oye el nombre que tengo ahora, Jeon Jungkook, supone una de dos cosas: que seré un leñador muy grande y peludo, con un porte severo pero un corazón de oro, o que soy terriblemente pretencioso. Por lo general es lo primero, hasta que me ven y parpadean varias veces, tratando de casar ese nombre con lo que están viendo. ¿Y la segunda parte? Pensadlo: si conocierais por primera vez a alguien llamado Jungkook, ¿no creeríais que era una versión exagerada de sí mismo? ¿Sí? ¿No?

Bueno, supongo que yo no pienso como la mayoría de la gente. Y ya no discuto con ella acerca de eso. Me llamo Jeon Googie.

—¿Jungkook?

Bueno, las más de las veces es así. Miro en el espejo retrovisor y veo a mi hermano pequeño, Taehyung, devolviéndome la mirada con una expresión en la cara que no acierto a identificar.

Normalmente opta por llamarme Jungkook cuando se dispone a preguntar algo importante, como si existe un planeta de vacas con granjas que ordeñan personas y luego las sacrifican para deleitarse con sus sabrosas costillas, o por qué mamá se marchó y no volvió. Hace muchas preguntas.

—¿Qué, Tae?

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro, Chico.

—¿Cómo sabes si estás enamorado?

Sonrío. Trato de no pensar adónde quiere ir a parar con eso. Entender la línea de pensamiento lógico del Chico es un ejercicio extraordinariamente inútil. Él piensa en un plano completamente distinto a todos nosotros. La semana pasada le expliqué, a insistencia suya, de dónde vienen los bebés. Se quedó con una expresión de meditación alarmante en la cara durante toda la conversación.

Cuando hube terminado, se levantó y salió a jugar sin decir palabra. Más tarde, cuando le arropaba en la cama, por fin respondió: «Googie, ¿por qué diablos querría una chica sacar un bebé de esa manera?» No supe cómo contestarle entonces, como me pasa a veces. No mucha gente me deja sin palabras, pero Tae lo consigue a diario.

Dos hombres y un niño↬ jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora