Namjoon | ❝Kim Namjoon es un hombre casado que vive felizmente con su esposa en Corea del Sur, y para su luna de miel planea ir al extranjero, es ahí donde se encuentran casualmente con unos viejos amigos, sin embargo, las cosas comienzan a salirse...
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—Perdón... se me fue el tiempo.
—No se preocupe, sabemos sus circunstancias.
—Prometo que no volverá a pasar.
Nam tomó en brazos a su hijo, quien estaba durmiendo, ese sentimiento de poder proteger a su pequeño le encantaba a Nam... y más porque al cargarlo en brazos ya no lloraba. Habían pasado ya tres meses, tres meses en los que llevaba viviendo en Corea y llevaba buscando a su esposa sin descanso.
Se encaminó a su hogar con su hijo en brazos, al pasar por un puente éste despertó.
—Que bueno que despiertas Jung Min~ hoy comeremos algo delicioso, lo prometo —el padre de la bendición detuvo su andar al escuchar su celular sonar.
— ¡Nam!
— ¿Seok Woo hyung? Vaya, que sorpresa, no me esperaba esta llamada.
—N-No se por donde empezar... este... —se escuchaba que estaba agitado.
—Tranquilo... ¿Qué pasa?
—Es ____, la encontramos.
— ¿Qué? ¿Me estás jodiendo una puta broma?
— ¡No! Es la verdad... ella, ella está aquí.
— ¿Dónde estás?
—Te mando la ubicación, ven pronto.
Namjoon colgó y se apresuró a marcarle a Jin.
— ¡Jin! ¿Estás ocupado?
—Em... no, ¿por qué?
—Necesito que cuides un momento a Jung Min.
—Si pero, ¿todo está bien? Te escucho alterado.
—Si, si... solo llega a casa en cuanto antes —colgó y casi corriendo llegó a su casa, dejó a su hijo en el sillón de la sala rodeado de cojines, sin esperar a que Jin llegara cogió las llaves de su auto y se dirigió rápidamente a la dirección que le había mandado Seok Woo.
— ¡Nam! Llegaste... —al llegar se fijó que era un edifico abandonado, lucía bastante viejo, siguió a su hyung con la mente en blanco, en menos de un minuto la vería, ¿Era un sueño? ¿En serio la iba a ver? ¿Al fin?
—Después de que la encontráramos... se desmayó, Nam, estaba amarrada a una cuerda y tenía una cinta en su boca... la encontramos muy mal, llamé a la ambulancia, no tardarán en llegar.
—____... —se acercó al cuerpo inerte— realmente eres tú... no es un sueño... en verdad... —lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas mientras en su rostro aparecía una enorme sonrisa, estaba llorando de la alegría— en verdad eres tú.
—Ya llegó la ambulancia Nam —el nombrado se alejó de su esposa y los enfermeros se aproximaron a subirla en una camilla y posteriormente a la ambulancia. Nam y Seok Woo siguieron a la ambulancia hasta llegar al hospital.
