CÁLIDO INVIERNO

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C A P Í T U L O 78

—Sabía que te verías fantástica en él

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—Sabía que te verías fantástica en él. Namjoon tenía la sonrisa más grande del mundo.

—No tenías por qué hacerlo —ella le devolvía la sonrisa, le encantaba como se veía él.

—Era necesario para la ocasión.

— ¿Ocasión? ¿Qué ocasión?

—Es secreto —el tamaño de su sonrisa y sus hoyuelos no tenían precio—. Sube, iremos a cenar.

—Estás algo raro Nam.

— ¿Yo? Nah... ha de ser el cambio de clima, sí, si, de seguro es eso... je je.

—Tranquilo Nam, luces como si fuera nuestra primera cita —dijo ella riéndose un poco, tal parecía que se estaba acordando de ese momento.

Pasados unos minutos, al fin llegaron al restaurante, ambos pasaron y los llevaron hasta la mesa que había reservado Namjoon. Era un restaurante italiano. Se encontraban bebiendo vino mientras platicaban y reían sobre algunas anécdotas.

—Aún parece que fue ayer cuando me invitaste a nuestra primera cita... me encantó —rió un poco y le dio otro sorbo a su copa.

—Sí ja ja ja, vaya... si que nos fue mal ese día.

—No es cierto, yo lo amé —ella sonrió— y amé comer esas hamburguesas.

Ambos empezaron a reírse, resulta que en su primera cita Namjoon quería llevarla a un restaurante lujoso, pero se le olvidó hacer una reservación, por lo que terminaron comiendo unas ricas hamburguesas en una feria.

—Lo admito, esas hamburguesas sí que estaban ricas ja ja ja —dijo Nam bebiendo un sorbo a su copa— pero tampoco olvidaré cuando parecías cachorro asustado cuando nos subimos a la montaña rusa. ¡En serio! ¡Jajaja! Fue divertido.

— ¡Hey! Eso no fue muy agradable ni para mi ni para mi estómago.

—Perdón, pero era mi turno de reírme.

—Jajaja, tienes razón.

—Aquí está su orden.

El mesero llegó con una charola, en medio dejó panes, en frente de ____ un plato de spaghetti con trozos perfectamente cortados y queso derretido, a Nam, un plato de spaghetti a la boloñesa, todo lucía realmente delicioso.

Ambos le agradecieron y éste se fue.

La feliz pareja siguió su velada comiendo entre risas y recuerdos. Hasta que Namjoon decidió tomar cartas en el asunto.

—____, eres el amor de mi vida.

— ¿Eh?

—Lo eres, y por eso quiero que pasemos el resto de nuestras vidas juntos, quiero aprender más de ti, quiero que tu aprendas más de mi, quiero que nuestra relación sea el lazo de nuestro amor. Kang ____ Ra, quiero preguntarte algo... —se arrodilló y sacó del bolsillo de su pantalón una cajita de terciopelo azul fuerte—. ¿Te quieres casar conmigo? —abrió dicha cajita y ahí se asomó un pequeño anillo, no tenía un enorme o llamativo diamante, pero tenía pequeños diamantes incrustados alrededor, parecían estar cubiertos por algo para que no lastimaran la piel, pero aún así eso no opacaba su sutil belleza, en el frente, un pequeño diamante adornaba el anillo.

Lost ― Namjoon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora