Capítulo diez.

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Entro a una pequeña sala, con la pared que tengo en frente también hecha de espejo: en esta sala no entrarían más de cinco personas. -Preste atención por favor- dice una voz que no sé de donde proviene -está a punto de entrar a la fase final. Su traje ha sido creado para medir los daños, si el traje recoge un sesenta por cierto de daños, tendremos que librarnos de usted.- No puede ser. -¡Qué...!-  grito hasta que me interrumpe -Si me interrumpe nos desharemos ahora mismo de usted.- La voz es tan sería, que obedezco, además, quiero acabar esto en cuanto antes. -A continuación tendrá que superar varios obstáculos para llegar hasta el final: encárguese de mostrar todo lo que pueda hacer. En su manga derecha, puede observar el porcentaje de daños de su traje.- Levanto el antebrazo para ver el brazalete de cristal que marca digitalmente con números azules un cero por ciento. -Tiene treinta minutos para superar sus obstáculos: si sigue dentro después de los treinta minutos, no valdrá nada para nosotros, por lo que ya sabe que pasará con usted.- Junto el marcador de daños del traje hay un contador con cuatro ceros y dos puntos entre ellos que empiezan a contar desde ya. No aparece ninguna salida o puerta donde tenga que ir. Con el tiempo contando, golpeo con todas mis fuerzas la pared espejo, pero no hago nada en ella ''veintinueve minutos''. Ha pasado un minuto y todavía sigo encerrado aquí. Me alejo lo más que me permite el espacio de la pared de espejo, y la miro fijamente. Siento un calor interno, que quiere salir hacia el exterior. La pared se empieza a desquebrajar. Sin perder el contacto visual de ella, finalmente se rompe en mil pedazos que salen disparados a gran velocidad a todas direcciones. Siento como los cristales rozan gran parte de mi cuerpo mientras me tapo la cara con los brazos. Antes de nada, miro el brazalete "02:49  ~  8%". Un gran y largo pasillo muy iluminado aparece delante de mi. Corro lo más rápido que mis pies me permiten, sin perder de vista el brazalete "03:10  ~  8%". Este pasillo parece no tener fin, sigo corriendo, sintiendo que mis pulmones van a explotar en cero coma cuando de repente veo más adelante dos hombres vestidos totalmente de negro y con la cara cubierta. Ambos se interponen en mi camino, sujetando unas armas que jamás había visto. Sigo corriendo para adelantarles, me da igual que puedan intentar, quiero salir de aquí en cuanto antes. Justo cuando estoy al lado del hombre de la derecha, me da un empujón que salgo impulsado varios metros. No son humanos, y si lo son, ¿cómo puede tener alguien tanta fuerza? Ni si quiera veo que tenga músculo, aunque, a estas alturas, todo me parece posible. Antes de incorporarme, los dos hombres empiezan a dispararme, dándome al menos dos veces. Mientras avanzo en zic-zac evitar que me den alguna otra vez, miro el brazalete "11:30  ~  28%". No puedo permitir que me den otra vez. Empiezo a hacer un cálculo rápido: creo que solo me han dado dos veces, así que cada disparo que recibo son un diez porciento, ya que el ocho porcierto fue a culpa de los cristales. Las armas antes de disparar una especie de rayos láser color amarillo, hacen un extraño sonido, como un chasqueo. Forcejeo con uno de los hombres, pero finalmente me puede, y me lanza hacia atrás. "13:02  ~  28%". Me levanto y observo que ya no hay solo dos hombres, sino tres, cuatro, cinco... Ocho hombres, cuatro delante y cuatro detrás, todos con las mismas armas y vestimentas. Estoy en el medio de los dos grupos, que avanzan con paso lento hacia mí: tengo que salir de aquí rápido.

Intento pensar en algún otro lugar, por si puedo transportarme como la otra vez, pero no logro concentrarme. Los hombres están a menos de diez metros de mi, con las armas apuntándome. Si avanzo hacia delante, ese grupo me empujará hacia el otro, y posiblemente sea el final. No puedo saltar sobre ellos, y el pasillo no es lo suficientemente ancho para escabullirme por algún lado.

Los hombres están a unos tres metros cuando se paran, y apuntan hacia mí. Oigo el chasqueo de las armas cuando grito con furia. Los hombres han salido disparados a varía distancia, sujetando las armas que disparan rayos amarillos hacia lo que parece un inexistente techo. Salgo corriendo hacia delante lo más rápido posible, pasando al lado únicamente de las armas: los hombres han desaparecido, por lo que estoy más alerta que nunca. "20:32 ~  28%". El tiempo avanza sin ninguna pausa, y aún sigo corriendo por el interminable pasillo. Repentinamente caigo en un agujero de gran altitud que no había visto mientras corría: no siento el impacto de la caída, y eso que hay gran altitud. "23:12  ~  34%"  Miro hacia arriba, y veo que la superficie se está cerrando lentamente. Intento escalar rápidamente por la pared, pero es lisa. Busco por el suelo algo que me pueda ayudar, pero no encuentro nada. Recibo un golpe em la cara, y veo que también hay dos hombres como los anteriores aquí abajo. Intento concrentarme mientras esquivo todo lo que puedo los golpes que dan hacia mí, para intentar transportarme fuera, pero no funciona. "25:56  ~  36%" Quedan cuatro minutos cuando pierdo los nervios. Recibo una gran patada que caigo de espaldas hacia el suelo. Un hombre se tira encima mía. Le golpeo con todas mis fuerzas, pero él me da más fuertemente en la cara. La entrada ya está cerrada a la mitad y avanzando. Intento quitar al hombre que tengo de encima, cuando noto que la gravedad desaparece en mi cuerpo: estoy flotando. El hombre sobre mi me sujeta por los tobillos, impidiendo que pueda subir. Hago los movimientos que se realizan al nadar para llegar rápidamente a la superficie y a pesar de que el hombre está sujeto a mí, estoy subiendo. Siento como la plataforma de la entrada roza mi cuerpo cuando por fin el hombre me suelta los tobillos. Caigo al suelo del largo pasillo, y la plataforma se cierra. "28:50  ~  41%"  Sigo corriendo hacia una inexistente salida, ya que el pasillo no tiene fin. "29:19  ~  34%" La desesperación me invade antes de que vea una plataforma a unos metros de mi. "29:51  ~  34%"  Doy zancadas más grandes que temo tropezar. Me tiro en plancha sobre la plataforma, que inmediatamente me transporta a una sala tontamente blanca. Veo un hombre frente a mí, pero me tumbo bocarriba sobre la plataforma, intentando coger todo el oxígeno del mundo. Con los ojos cerrados e intentando respirar tranquilamente, el hombre dice -No has superado la fase final.-

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