De repente entra un Alfado, no me acuerdo cual era de los cuatro. -Ven conmigo.- Me agarra con fuerza del hombro y no intento apartarle. No sé a donde me lleva, nos subimos a la plataforma y aparecemos en un despacho enorme. Al bajarnos, la plataforma desaparece. Estoy en un despacho enorme: todo es textura madera de roble, color oscuro y huele a menta. Detrás del gran escritorio hay unas grandes ventanas, que dan vistas al... Al mar. No sé dónde estoy, no sé qué me va a hacer. Puede que aquí es donde se deshagan de todos los que no pasen la fase final. -Toma asiento por favor- su voz esta en un tono simpático, pero a la vez, seco. -Me llamo Rush. Soy el tercer Alfado.- Dice mientras busca algo por los cajones de su escritorio. -¿Vas a matarme?- Le digo mirándole fijamente, observando todos su movimientos, mientras al fondo, veo de reojo como el mar se agita violentamente. -Si hiciera eso, perderíamos algo muy valioso.- Dice, cerrando suavemente el cajón. -Verás, sé que serás un buen Creado, pero, si no hubiera sido por mí ayuda, no hubieses pasado la fase final.- Me dice mirándome fijamente a los ojos: tiene una mirada seria, inexpresiva. -¿Por qué?- No entiendo porque me ha ayudado, se suponía que nadie nos podía ayudar, ¿por qué lo hizo?
-Tu padre es un Creado muy persistente. No podía ignorarle, ha hecho demasiado por esta comunidad.
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Realidad
Teen FictionImagina que toda tu vida, tu familia, tus amigos, todo, ha sido un sueño. Imagina que el día de tu decimosexto cumpleaños todo tu mundo se ha acabado para siempre. Imagina un mundo en donde la realidad, nunca fue tan irreal.