Capítulo doce.

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De repente entra un Alfado, no me acuerdo cual era de los cuatro. -Ven conmigo.- Me agarra con fuerza del hombro y no intento apartarle. No sé a donde me lleva, nos subimos a la plataforma y aparecemos en un despacho enorme. Al bajarnos, la plataforma desaparece. Estoy en un despacho enorme: todo es textura madera de roble, color oscuro y huele a menta. Detrás del gran escritorio hay unas grandes ventanas, que dan vistas al... Al mar. No sé dónde estoy, no sé qué me va a hacer. Puede que aquí es donde se deshagan de todos los que no pasen la fase final. -Toma asiento por favor- su voz esta en un tono simpático, pero a la vez, seco. -Me llamo Rush. Soy el tercer Alfado.- Dice mientras busca algo por los cajones de su escritorio. -¿Vas a matarme?- Le digo mirándole fijamente, observando todos su movimientos, mientras al fondo, veo de reojo como el mar se agita violentamente. -Si hiciera eso, perderíamos algo muy valioso.- Dice, cerrando suavemente el cajón. -Verás, sé que serás un buen Creado, pero, si no hubiera sido por mí ayuda, no hubieses pasado la fase final.- Me dice mirándome fijamente a los ojos: tiene una mirada seria, inexpresiva. -¿Por qué?- No entiendo porque me ha ayudado, se suponía que nadie nos podía ayudar, ¿por qué lo hizo?

-Tu padre es un Creado muy persistente. No podía ignorarle, ha hecho demasiado por esta comunidad.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2015 ⏰

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