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conway.
—Se pondrá bien.—Escuche una voz de una mujer con un acento argentino a mi derecha, seguido de una respuesta con un simple “Ok”, de una voz conocida,Jieun.
Abrí los ojos lentamente, observando una luz blanca sobre mí, trate de enfocar mi vista en un punto cualquiera de la habitación, cuando pude divisar bien la habitación, vi que estaba en el hospital, la enfermera ya no estaba, y a mi izquierda estaba Jieun mirándome preocupada manteniendo sus manos en su regazo.
—¿Estás bien?—Escuché a Jieun hablar por primera vez luego de la pequeña conversación con la enfermera.
Asentí sin ganas, parpadeaba lentamente, tenía un gancho para tomar mis signos vitales puesto en en mi dedo índice y una mascarilla que me brindaba oxígeno.
Señalé la mascarilla y ella se levantó de la silla a mi lado y me la quitó.
—¿Que pasó?—Dije luego de varios intentos, sentía la garganta seca.
—No lo sé, me abrazaste alterado y luego te desmayaste, te traje aquí en tu auto. Que sepas que si se hizo daño en el camino, no lo pagaré.—Su tono preocupado y comprensivo había cambiado a uno arrogante, lo que me había hecho reír ligeramente.— Muevete.—Me ordenó, no tenía más remedio y me moví hacía un lado con cuidado para dejarle espacio, ella se sentó en ese pequeño espacio.
—¿Y la comisaría?—Esperaba que ella se hubiese hecho cargo.
—Viktor está a cargo, si dejaba a Alexander probablemente despida a alguien.—Hizo un movimiento de cabeza ante lo último, lo que nos hizo reír a ambos, por primera vez la oí reír sinceramente.—Debía quedarme aquí y cuidar de un bebé.—Rodé los ojos y mire hacía la ventana por un segundo, ya era de noche.
—¿Pasaste todo el día aquí?—Volví a mirarla nuevamente, sentándome en la cama lentamente.
Ella asintió mientras suspiraba.
—Estuviste inconsciente por mucho tiempo, además, no quería que despertarás y estuvieras sólo.—Se elevó de hombros.
Me enterneció que se preocupase por mi a esa altura, me limité a cerrar nuevamente los ojos, y acomodarme en la cama, por lo menos era un descanso.
—¿Algún QRR?—Volví a hablar, me preocupaba que algo pasase en mi ausencia.
—No, todo estuvo bien.—Negó ella rápidamente.
Luego de eso, ella se acomodó más a mi lado, se quitó sus tacones y se acostó a mi lado, probablemente estaría cansada.
Y ambos nos quedamos dormidos allí.
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