Three

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—¿De qué querías hablar?—preguntó.

Habían caminado por unos minutos en los que el silencio reinaba, comenzaba a sentirse incómodo. Estaban algo alejados del palacio, habían ido a una parte del jardín que únicamente tenía césped, perfecto para un día de picnic.

—De un echo—respondió.

—Está bien... ¿Entonces?

Defendiéndose y por ende haciendo que el príncipe dejara de caminar, tomó sus manos dejándolo confundido.

—HongJoong, tú aún sientes algo por Song MinGi.—No fue una pregunta como le hubiese gustado creer, pero aún así negó—. No me mientas, soy tu melliza. Te conozco tanto como me conozco a mí misma.

—No siento nada por el príncipe MinGi, en serio.

DaHyun lo veía con los ojos entrecerrados. Sabía que mentía, lo conocía de toda la vida, literalmente.

—Juralo.

Astuta. Juega sucio HongJoong suspiró, rindiendose.

—De acuerdo, puede que aún sienta algo muy pequeñito por él.

Su hermana rió. Había ganado como siempre. Volvió a ponerse al lado del rubio, entrelazando sus brazos para retomar la caminata.

—Desde que apoyé mi cabeza en la almohada no he dejado de pensar en todo lo que ha pasado ayer. Fue todo tan rápido...—Suspiró—. Sé que estaría bien con MinGi pero, no sería amor. Tú sabes que siempre he soñado con casarme con alguien a quien ame y que pueda devolverme ese amor.—El príncipe asintió tomando la mano de la princesa entre las suya, entrelazando sus dedos con cariño, dandole un leve apretón. Quería transmitirle que él estaba allí para ella—. Tampoco quiero ser la típica hermana de los cuentos que se interpone entre los protagonistas enamorados. No quiero interponerme entre ustedes..., por lo que he decidido hablar con nuestros padres y cancelar el compromiso.

Se detuvo abruptamente. ¿Acaso estaba loca? Nadie nunca jamás ha hecho algo como eso. Se suponía que nadie podía reinar sin alguien a su lado, pues estaba mal visto. E imaginar que la prensa se encargaría de hundiría a su dulce hermana le rompía el corazón. Pensar en todo lo que podrían inventar...

—No, no, no. No voy a dejar que lo hagas. Nuestros padres estaban muy felices con el compromiso. Piensa en tu reinado, DaHyun.

—Es sólo que no quiero lastimarte, Hong. No podría vivir con eso.

—Nunca vas a lastimarme, DaHyunie. Descuida.—Los ojos de la princesa estaban enrojecidos—. No quiero ser la razón por la que renuncies a tu compromiso, ¿está bien?—DaHyun asintió y abrazó a su hermano.

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HongJoong suspiró al entrar a su habitación. Había pasado toda la tarde tratando de no toparse con MinGi ni una sola vez, y llegó a la conclusión de que esconderse en la cocina había sido todo un éxito, pero la cena llegó y el príncipe del Sol tomó asiento frente a él en la mesa. Tenía entendido que se iría a su palacio esa misma noche pero sus padres creyeron que sería bueno que pasara algunos días más allí.

Ahora sólo quería descansar un poco, se sentía agotado.

Caminó hacia su balcón tomando asiento en el suelo. Vería las hermosas estrellas un rato y luego se iría a dormir. Desde que era muy pequeño siempre se quedaba hasta tarde viendo las estrellas ganándose regaños por parte de su madre, pero valía completamente la pena.

El Príncipe del Sol caminaba fuera del palacio, había pasado tiempo desde la ultima vez que estuvo allí. Muchos recuerdos llegaron a su mente, la mayoría de HongJoong y eran de sus favoritos. Vio las luces encendidas de la habitación del príncipe. Sonrió, tal vez sería su día de suerte.

Príncipe MinGi《MinJoong》[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora