Inapropiado(KaiSoo)-ADAPTACION

Tal vez

POV-KYUNG

Estaba tan condenadamente nervioso.

El bote de JongIn estaba a solo veinte minutos en coche de mi apartamento, pero quería recoger algo para llevar conmigo, así que me fui una hora antes. La parada en la tienda de
licores solo comió unos minutos, así que llegué al puerto deportivo casi media hora antes de lo que debía. Di mi nombre al asistente en la cabina, y él señaló uno de los lugares asignados de JongIn. Pude ver el largo muelle que conducía a donde estaba estacionado su bote. Hubo una gran cantidad de actividad, gente yendo y viniendo a sus botes, y sillas colocadas donde la gente se sentaba en el muelle y conversaba con sus vecinos.

Parecía una comunidad amigable, y me hizo preguntarme por qué JongIn no trajo citas aquí.

Su bote era impresionante, y el escenario definitivamente estaba hecho para el romance.

Tomé una nota mental para profundizar en la zona sin citas en el bote, y bajé el espejo para revisar mi reflejo. Cuando lo volví a levantar, vi a JongIn afuera en la parte trasera de su bote. Estaba vestido de manera informal, con un par de pantalones cortos camiseta manga corta con un botón desabrochado y gafas de sol.

Cuando saltó sobre el espejo de popa, vi que no llevaba zapatos.

Un hombre mayor se acercó para hablar con él, y me dio la oportunidad de observarlo fuera de un entorno de trabajo. Dios, él era sexy. Siempre me había gustado un hombre con un
traje bien ajustado. La forma en que los usaban emitía un aire de poder, pero al mirar por el muelle, me di cuenta de que el traje no tenía nada que ver con el aire que emitía Kim JongIn. Se paró casualmente hablando con el caballero, pero había algo en la forma en que lo sostenía él mismo: sus pies plantados, hombros anchos hacia atrás, brazos cruzados sobre su pecho. El hombre rezumaba confianza incluso con los pies descalzos. Con algunos chicos, un buen traje hace al hombre. JongIn no. Él hace el traje.

Lo observé durante unos minutos más mientras terminaba su conversación con el hombre.

Luego apretó algunas cuerdas y llevó a cabo un conjunto de escaleras portátiles y las colocó en el muelle. La próxima vez que entró en la cabina, respiré hondo y salí del auto.

Su bote estaba atracado al final, probablemente treinta botes en el extremo más alejado del puerto deportivo. Había llegado a las diez cuando volvió a salir de la cabina. Me vio de inmediato y se quedó mirándome mientras me dirigía hacia él. Me volví consciente de cada paso. Y los nervios que se habían asentado en el auto volvieron con un rugido. Aunque no dejaría que me viera estresado. Así que enderecé mi columna vertebral y camine a paso firme.

—Oye —Me paré en el muelle al lado del bote, y JongIn me ofreció una mano para que yo pudiera abordar usando las escaleras que había establecido. —Bueno, ciertamente esto lo hace más fácil.

JongIn no me soltó la mano una vez que estuve a salvo a bordo.

—Tuve que desempolvar esas  escaleras. Nunca las usé.

—Podría haber subido como lo hicimos la otra noche. No tenías que desenterrarlas. Lo siento si llego un poco temprano. No estaba seguro de cuánto tiempo tomaría llegar aquí, y quería parar y recoger esto. —Le entregué la botella de vino.

—Gracias. Me preguntaba cuánto tiempo ibas a sentarte en el auto y mirarme.

Mis ojos se abrieron. Mierda. El me habia visto.

—No te estaba mirando, si eso es lo que piensas. Llegué muy temprano y no quería imponerme.

Se puso las gafas de sol sobre la nariz para que pudiera ver sus ojos.