VIII

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Muchas veces escuché historias de personas que en cierto día y hora cuando te adentrabas al mar, en alguna parte del horizonte se podía ver una gran luz o almenos eso se contaba pero lo que no se comprendía era que esas personas nunca volvian, la historia no se como fue que se sabe por qué también decían que nunca nadie vio esa luz, sólo esas personas pero creo que alguien debió volver para contarlo, si no, no se como se sabría algo asi

Lo malo era que mi curiosidad llegaba a niveles altos y claramente quería verificar por mi cuenta aquella historia, así que espere al día y hora que se contaban, lo que me pareció curioso fue que la hora llego en la noche cuando ya nada se podía visualizar

Salí de casa sin que me sintieran mis padres, me asegure de que nadie me viera dirigirme al muelle, donde tomé un barco a remo y me adentre al mar, aquel día el mar estaba tranquilo, sin olas, parecía como si todo estuviera en calma, así que reme y reme para llegar algun punto donde se pudiera visualizar aquella luz, el problema que las horas pasaban y nada ocurría, llegue a pensar que quizás sólo era un cuento que se habían inventado hasta que realmente se empezó a ver una luz al horizonte, detuve el barco y me quedé mirando, la luz se empezó a extender y de él se veían pájaros que venían en mi dirección, un camino se formó hasta mi barco, unas personas que se veían como adolescente y dos personas mayores se acercaron hasta mi

-eres el afortunado que ha encontrado el camino al mundo mágico donde todo sueño es posible- hablo uno de los chicos
-¿aceptas entrar a este mundo donde tus sueños se pueden cumplir?- dijo una chica que extendió su mano hasta mi
-serás libre de cualquier presión- hablo un hombre mayor- solo debes tomar su mano y podrás entrar, después de todo encontraste el camino hasta nuestro mundo tu solo

Me quede ensimismado mirando la mano de la chica, desconfiado de que solo fuera una ilusión, toque su mano con un dedo, al sentir que realmente podía tocarla, tomé su mano sin pensarlo, mi mente no podía asimilarlo aún, la chica me ayudó a salir de bote y me asombre al poder tocar un suelo firme, el agua que alguna vez estuvo allí ya no estaba, cuando salí del bote y mire atrás, ya no veía mi bote, ni el mar, estaba en otro lugar, se veía una ciudad maravillosa, era como si me hubiera teletransportado a otro mundo completamente diferente, nos encontrábamos en un monte donde se podía ver la ciudad, mire atrás de mi y las personas seguían allí mirandome con una sonrisa

-se que esto te parece una utopia- hablo la mujer mayor acercándose a mi- pero aquí serás feliz

Sonreí asintiendo, ellos me llevaron a la ciudad guiándome por un camino para bajar del monte, cuando entrábamos por entrar a la ciudad, la chica que me habló se paro a mi lado

-bienvenido a nuestro mundo- me sonrio

Seguí caminando con ella acompañándome, era realmente maravilloso como es que una historias de personas que nunca volvian podía ser por que llegaban a este mundo y decidían quedarse así como yo estaba decidiendo quedarme aquí, después de todo mis padres siempre estaban ocupado, aquí tenía la sensación de que sería feliz y sobre todo, sería una más de las personas que habrán desaparecido en el horizonte del mar en cierto día y en cierta hora

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