KEN
Tenía a tanta chicas, dormía con cada una de ellas, a veces con dos o tres al mismo tiempo otras prefería encerrarme con una y sacarlo todo.
No había ningun problema en si queria sexo hoy o más tarde porque todas venían a mi con el conejito bien caliente y dispuesto.
Sabían que conmigo estarían satisfechas, su placer cometido era el propio mío.
Y No hay nada más perfecto que ver como una chica se moja al verte, como espera deseosa que la toques, como sus estruendosos gemidos te imploran, te añoran, logran segarte sumergiendote en extasis y descontrol. Ellas saben que lo que les ofresco no lo encontrarán en ninguna otra parte y no importandoles que no busco nada formal con ellas aun no se abstienen de dejarme entran bajo sus sabanas y tomarlas. Sus piernas humedas, abiertas, listas para recibirme, sus bocas aperturando el gemido sonoro de mi nombre, todo pasa en camaralenta, el sudor de dos pieles constantemente estimuladas una por la otra, el sonido de dos cuerpos agitados colicionando en repetitivas secuencias.
Todo tan placentero, mientras que los padres duermen traquilos en la otra habitación comun factor en cada encuentro que tuviera con esas chicas.
Todas eran de 18 años resien cumplidos, salia con ellas mucho antes de que alcanzaran la mayoria de edad, pero no dormía con ninguna hasta los cumpliera, me esperaban a mi, para que fuese el primero, el hombre ideal para que fuesen ensartadas por primera vez.
Y yo, por su puesto, no podría negarles sus deseos de cumpleaños.
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Besosss
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KEN BAJO SABANAS
General Fiction-¿Me haces un favor, preciosa?-le miró con descaro, maquinando en su mente toda clase de deseos que desbordaban en su interior, tan incapaz de controlarse, de detenerse a pensar en la inocencia de aquel angel de ojos plateados y piel luminosa. -¿Cuá...
