Hoy ha llovido todo el día.
Me he quedado afuera de nuevo, intentando respirar el aire fresco pero me ha costado moverme de un lugar a otro. Creo que el vino no me hace nada bien...
Marie, nunca bebas. No te conviertas en un viejo desobligado como yo.
De por sí, abandoné a mi familia y a todo lo que me importaba... Ya estaba mal desde ahí.
¿Cómo está tu madre? Apuesto que excelente, ella es muy fuerte y sabe soportar cualquier situación, puede que sea un poco torpe pero siempre está allí para ti. Esa es la razón por la que me empezó a atraer.
Y luego, la abandone como un cobarde. Sentí que eso era lo mejor para ya no verla sufrir.
Por cierto, ya no eres una niña, ¿verdad? Ha pasado muchísimo tiempo desde que te envié una carta y es que no te quería molestar más de lo que ya lo hago, pero como sea.
Feliz dulces dieciocho, ya eres toda una adulta, mi pequeña.
Ojalá estuviera allí para enseñarte sobre el mundo.
Yo, el hombre que todavía te sigue escribiendo a pesar de los años pasados
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Siete cartas y otros arrepentimientos
Short StoryPorque la verdad resultó ser más cruel que el abandono de su padre.