Bella Vida (JJxIsabella)

Capítulo 3

Jean Jacques miró su teléfono y se mordió el labio cuando intentó suprimir su sonrisa. Era lunes, y la clase estaba por terminar cuando recibió un mensaje de Isabella. Era una foto del cielo celeste y despejado, próximo a Primavera. Aunque el viento frío aún corría y les pedía que se mantuvieran con el cuerpo cubierto. 

—Eso es todo por hoy— Soltó la maestra que les dictaba el curso en ese momento— No olviden que la entrega del análisis de la lectura será el próximo lunes. Que tengan una buena semana.

Se escuchó un poco de barullo cuando se despidieron de la mujer y más cuando se escuchó el sonido de las sillas moviéndose y la gente yéndose. JJ miró instintivamente a Otabek, que parecía bastante perdido sentado a su lado. La mirada clavada en la nada.

—¡Heyyyy, mi dulce cosito kazajo, la clase terminó!—Soltó el más alto golpeando su hombro. Su mejor amigo saltó de su asiento del susto y regresó la mirada con el ceño fruncido— ¿qué te tiene pensando tanto, Bek?

Esta vez, el kazajo suspiró y se levantó de su lugar. Guardó rápidamente el cuaderno en su mochila y se mantuvo en silencio hasta que salieron del aula con el más alto siguiéndole— Solo me dijo que se llamaba Yura... Y se fue. Así, fugaz... Ahora me siento inexplicablemente atraído hacia él, es estúpido sentir tal magnitud de emociones después de solo una noche, ¿no?

Jean lo escuchó asintiendo con la cabeza, aunque no se encontraba del todo de acuerdo, no después de conocer a Isabella. Caminaron por los pasillos hasta salir al campus y buscó una manzana en su mochila mientras pensaba en qué responderle a su mejor amigo.

—... Además, no creo que lo vuelva a ver— Soltó.

JJ se detuvo y lo miró sorprendido, ¡guau! Esa noche sí que había alborotado a Otabek— ¿Por qué no?— Y le dio un mordisco a su manzana— Era atractivo, y si le vas a los hombres y él te gustó, ¿por qué no?

—No le voy a los hombres, JJ— Murmuró fatigado. Continuó caminando sin prestar realmente atención a su alrededor y el canadiense confirmó que su amigo estaba coladito por ese muchacho— Con él fue... Diferente.

Claramente, no pudo evitar soltar una risita antes de contestar— Entonces no le vas a los hombres, pero sí le vas a él.

Y dejó a su mejor amigo callado. Casi pudo ver la batalla mental desarrollándose a través de sus ojos, pensando en qué demonios le había pasado después de esa experiencia. JJ ya tenía la respuesta, se había enamorado.

—Supongo que sí— Respondió finalmente— Solo a él.

Por supuesto, era su deber como mejor amigo sobre-emocionarse— Entonces búscalo, ¡yo te ayudaré!— Tiró lo que quedó de la manzana al basurero y se paró frente a Otabek, miró hacia abajo ya que era endemoniadamente pequeño, y luego colocó una mano sobre su hombro para darle más dramatismo al asunto— No hay muchas escuelas por nuestro departamento, además que los buses escolares son distintos. Soy JJ, lo encontraré.

—Ehm...— Otabek, con ese rostro siempre estoico, soltó una especie de mueca parecida a la disconformidad y sacó la mano de JJ de su hombro— Preferiría que no lo hagas, déjalo así.

Claro que JJ no lo iba a dejar así, pero decidió dejar el tema por un rato para no provocar la ira de su terroncito de azúcar, en lugar de ello, optó por una mejor noticia.

—Hoy iré a almorzar con Isabella, estaba por ir a buscarla al edificio de artes, ¿quieres ir con nosotros?— Preguntó. Aunque le gustaría tener un día entero solo con ella, no quería dejar a su amigo solo si estaba pensando tanto en ese bonito rubio— ¡Vamos! Seguro que la vas a amar, y ella a ti. Solo mantén tus pantalones puestos, no me dejes mal.