POV MARÍA JOSÉ
—Te juro que te voy a salvar, mamá. — El miedo que sentía era inexplicable, tenían mi vida en sus manos.
Salí del despacho en busca de Martín; para ver si ya había juntado al grupo de personas que me ayudarían a formar anillos, los cuales custodiarán mi propiedad y la de mi familia. A lo lejos divisé a Martín hablando con un señor de sombrero negro, quién diría que dicha persona acabaría con mi mundo.
—Martín, te estaba buscando. — Le dije mientras sentía la mirada pesada de quién lo acompañaba sobre mí.
—Le presento a Javier, señorita. No nos tiene buenas noticias. — Dijo inmediatamente Martín, mientras me presentaba a la persona que lo acompañaba, quien para ser sinceros, no me daba nada de confianza.
—No puedo creer que esto esté pasando. — Dije inmediatamente negando, pues sabía que no podía ser cierto lo que estaba pasando por mi cabeza en esos momentos, no cuando acababa de hablar con ella.
Me removí entre las sábanas, cuando de un momento a otro, sentí la luz del día y la alarma sonó, todo había sido un sueño de nuevo, un maldito sueño...
Me levanté de la cama y me di una ducha, me esperaba un día largo, pues hoy era el gran día. Una vez que salí del baño, me estaba vistiendo y comenzaron a tocar la puerta del cuarto.
—¿Quién es? — Inmediatamente fuí a abrir la puerta para ver de quién se trataba ya que según yo, no había nadie en la casa.
—Señorita ¿Ya está lista? — Preguntó Martín, quién había sido el jefe de seguridad de mi padre y ahora es el mío.
— Claro. — Le pedí que bajara mientras buscaba mi amuleto más importante.
Hoy tenía que cerrar el proceso de cuáles serían las nuevas rutas de este año, pues ya era momento de expandirse más para poder ser la número uno de la región y poner en alto la memoria de mi padre.
Bajé las escaleras de mi casa y al llegar a la planta baja me encontré con Martín, quién me estaba esperando para salir al lugar fijado. A los minutos llegó Pedro, mi chofer, era otra de las personas en quien más confiaba, nos subimos a la camioneta y empezó el recorrido.
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Después de cuarenta minutos de recorrido en los que me la pase recargada en el asiento observando el pasaje a través de la ventana, pude observar aquella hacienda que se encontraba ubicada a las afueras de la ciudad, dónde seguramente firmaría uno de los proyectos más importantes de los últimos tiempos, sentía que por fin estaba llevando a cabo el legado de mi papá como él lo hubiese querido. Me sentía sumamente nerviosa, pero también estaba segura que hoy sería un día que jamás podría olvidar .... y claro que no lo olvidaría, pero no por los motivos que realmente quería.
POV DANIELA
Me encontraba en la oficina terminando de recoger algunos papeles importantes cuando la pantalla de mi teléfono se iluminó con algunas notificaciones de Javier, mi jefe de seguridad, quién se encontraba esperándome en el lugar donde se llevaría a cabo una reunión sumamente importante, podría decir que la más importante del año, el futuro de mi situación económica y de mis negocios estaba por definirse.
Javier (3)
Señorita Daniela, el objetivo 394 está listo.
No va a creer la cantidad de seguridad que hay en este lugar.
Hoy definitivamente será un día inolvidable.
Recibido 9:30 AM.
Hace mucho no sentía tantos nervios, la última vez que los sentí fue cuando mis padres me cerraron las puertas de la casa donde crecí porque no querían verme nunca más, sentí que perdí cualquier emoción, la vida ya no tenía subidas y bajadas, simplemente vivía por vivir, solo para sobrevivir. Después de mentalizarme que mi vida no tendría sentido, llegó algo en mi vida, mejor dicho alguien, un alguien que llegaría a sumarme, a mejorar mi vida y quién puedo jurar, me ponía a soñar en la familia perfecta, lo quería absolutamente todo con ella (si, ella), la cual para mí mala suerte, hoy también acabaría, pues bien dicen que las cosas buenas duran poco si no se saben cuidar.
Después de leer los mensajes de Javier, tomé mi celular y recogí mi gabardina para caminar en dirección al elevador de mi empresa y poder acudir al lugar donde tendría la reunión con mis demás colegas.
Antes de subir a la camioneta decidí enviarle un mensaje al amor de mi vida, diciéndole que hoy teníamos una cita y era un hecho; pues no había nada que no quisiera más que celebrar este gran logro que con ella.
Poché
Mi amor, hoy te veo en la noche para cenar.
Tengo muy buenas noticias, bueno, estoy segura que las tendré en la noche.
Te amo, te mando un besote.
Enviado 9:35 AM
Una vez en el estacionamiento, localicé mi camioneta y subí en ella, debía poner marcha al largo recorrido que me esperaba. Estaba muy emocionada por ver a Poché, pues a pesar de que desconocía una parte de mi vida, me hacía sumamente feliz en lo que ella podía.
Al llegar a dicha hacienda, pude darme cuenta que ya se encontraban la mayoría de las personas que habían sido citadas para poder debatir acerca de la división de las zonas y ciudades a trabajar, buscando evitar enfrentamientos.
Una vez estacionada mi camioneta, decidí que era necesario avisarle a Javier que ya había llegado para que estuviera pendiente de cualquier cosa, ya que al estar en la oficina no contaba con anillo de seguridad y eso me ponía un poquito nerviosa, pero sobre todo me hacía sentir en desventaja frente a los demás.
Javier
Javi, solo para avisarte que he llegado.
No es necesario que respondas.
Enviado 10:10 AM
Antes de bajarme, abrí la guantera ya que ahí se encontraba el elemento que tal vez salvaría mi vida si algo malo pasara, aunque todo estaba tan planificado que seguramente sólo recibiría buenas noticias en esta mañana.
Justo cuando iba entrando a dicho lugar, me topé con Rogelio, quién era dueño de la hacienda y quién también había organizado la presente reunión. Además él era como un tío para mí, me vió prácticamente crecer, pues era el mejor amigo de mi padre.
—¡CALLEEEEE! — Exclamó muy efusivo al verme entrando a su casa y prosiguió a darme un abrazo.
— Tío Rogelio ¿Cómo has estado? — Pregunté cortésmente después de dar por terminado el largo abrazo que me había dado.
— Muy bien hija, muy bien; pero adelante, adelante. Nos esperan negocios que atender. — Respondió acompañado de una gran carcajada antes de emprender camino hacia su salón de reuniones que tenía en su gran hacienda.
Antes de entrar a dicho salón, sentí vibrar mi celular, así que rápidamente revisé quién me había respondido, pues seguro era Poché informándome de nuestra cita de esta noche. Definitivamente era adivina, pues eran dos mensajes de ella.
Poché
Uuuuyy, pero cuánto misterio señorita.
Claro que si bebé, te veo en la noche. Ten lindo día.
Recibido 10:30 AM
Al entrar al salón, pude ver a lo lejos una pequeña sombra, era una mujer de estatura pequeña y un poco delgada, muy parecida a mi Poché, pero eso era casi imposible, ella no podía ser, juro que por un segundo sentí mi presión en el piso, fue un par de segundos después cuando aquella mujer volteó y se encontró con mi mirada, efectivamente ahí estábamos cara a cara las famosas Calle y Poché juntas, en el lugar incorrecto para la historia de este amor, el cual ahora lo veía imposible.
—¿Tú? ¿Qué haces aquí? — Preguntó Poché, quién en este mundo era María José, mi mayor enemiga en el bajo mundo del lavado de dinero.
—No, esto no es verdad. No puede ser posible. No puedes ser tú. — Sentí como la voz se me iba, el mundo que había construido ya se estaba desvaneciendo, la única persona que me había demostrado lo que era el amor, resultaba ser una de mis mayores enemigas en mi otra vida.
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Amar(te) Duele
FanfictionDesearía mil veces haberte encontrado en otro tiempo en donde nuestros mundos no fueran una interferencia entre nosotras, porqué eras todo para mi aún cuándo no lo parecía y estaba dispuesta a entregarlo todo. ¿Qué si estaba loca? Por supuesto, pero...