Nero (Cap. 1)

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Una falsa vida, eso es todo lo que tengo ahora. No sé en qué parte de mi quedó aquel ejemplo de lo que llaman la chica “buena”, tal vez está escondida detrás de tanto maquillaje negro y apariencia maléfica que llevo o tal vez nunca existió y esta soy la verdadera yo. Miles de preguntas como esas se plantan en mi cabeza incluso por días enteros. Aunque la verdad esa es una de mis menores preocupaciones, aún no sé como una adolescente de mi edad puede causar tantos problemas, aunque debo admitir que algunos son demasiado divertidos para mí, no se como lo tomen las demás personas y la verdad ni me importa. Y hay otros problemas que tienen resultados que sé que siempre cargaré en mi conciencia como el haber hecho que mis padres se separaran o mejor dicho habrirle los ojos a mi madre diciéndole que su marido iba de tipa en tipa.

- Por dios. ¿Estás bromeando, no?.- Dijo el gorila de la puerta dirigiéndose a mi.

- ¿Jugar contigo? Jaja no, lo siento. No eres mi tipo. Ahora, dejame pasar.- Dije empujando al grandote.

El tipo se quedó viéndome con una mirada amenazadora. Acto seguido todos los chicos y chicas que hacían cola para entrar al club Nero formaron una especie de forma circular dejandonos en el medio al gorila calvo y a mi.

- Así que quieres pelea calvito.- Dije con cierto tono amenazador.

- No niñita, lo único que quiero es que te largues de aquí.- Dijo ya enojado el grandote.

- ¿Sabes qué? Sólo porque hoy ando de buenas, lo dejaré así. ¿Bien? Adiós.- Me alejé y recordé que una amiga me había hablado de una segunda entrada al lugar.

Comenze a caminar como si me fuera de ahí ya que había visto que el gorila seguía viendome, lo que me dio un cierto aire de incomodidad. Discretamente volteé y noté que ya nadie me observaba. Corrí sin ser notada hacía la parte trasera del club y no fue difícil encontrar la otra puerta. Que por suerte para mi, no tenía seguro ni protección.

- Ahora, ¿quién es la niñita calvito?.- Dije para mí misma riendo.

Entré por aquella puerta y lo primero que vi fue una masa de gente bailando y tomando todo tipo de bebidas, de hecho si describieras el club Nero en olores, el club sería una combinación de alcohol y hierva, por eso es que no dejan entrar a menores de edad. Es mi primera vez aquí, por eso lo del gorila. Se que sonará jodidamente raro pero, prefiero estar en lugares como estos a estar en mi casa. Después de lo que pasó con mis padres, mi  madre se la pasa culpandome de todas las desgracias que pasan en su vida, aunque siendo honesta; soy culpable el 19.9% de todo lo malo que le pasa. Pero bueno...

- Hola, preciosa.- Una voz demasiado cercana a mi oído derecho me dejó en una especie de trance no muy regular. Aún no estoy segura de si fue por aquella voz que se acercaba a la de un chico sexy o fue el olor de la marihuana y el alcohol.

- ¿Tienes algo?.- La misma voz me sacó de aquel trance.

- No, nada.- Respondí en seco para luegp voltear y verlo a los ojos. Dios mio.

Cameron, un ex novio del colegio, que cambiado está. Aún lo recuerdo, era el más ñoño de la clase. El típico friki al que le dices que si para que te deje de molestar, aunque honestamente en ese tiempo llegó a buscarme. Y se ve tan jodidamente sexy con esos pantalones negros ajustados que lleva y sus brazos parecen habet sido moldeados a la perfección, no muy musculosos, pero tampoco aguados . Dios, no lo puedo creer, de sólo verlo así me dan ganas de...

- Disculpa linda, ¿cuál es tu nombre?.- Preguntó Cameron con una cara un poco confusa.

- Renz.- Dije viendolo directamente a los ojos.

Al parecer él me ha olvidado, me siento tan estúpida.

- ¿Renz? Jamas había escuchado ese nombre.

- Bueno, es que así me gusta que me llamen. Pero legalmente según mi acta de nacimiento me llamo Fiorenz.- Dije lo más secamente que pude.

Planteó una expresión un tanto extraña en su cara. No sabría describirla. Ni siquiera sabría descifrar que significa.

Él se quedó pensando y afortunadamente no se formuló el típico silencio incómodo, ya que la música de el club estaba demasiado pesada.

- ¿Fiorenz? ¿Fiorenz Cantoni?

- Sí.- Respondí.

Aunque era demasiado seca con él por dentro estaba feliz por primera vez después de tanto tiempo. Él me recuerda.

La "Chica Mala"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora