La "Chica Mala"

I admit it (Cap. 6)

Y antes de que pudiese dar un grito, sus labios se juntaron con los míos. Admito que había estado esperando esto desde la noche anterior. Pero no ahora. Tras varios segundos el beso continuo sumando intensidad y mi corazón latía como nunca antes. ¿Qué estoy haciendo? Besando a un tipo que me cae horriblemente mal pero que de cierta manera aún amo aunque no lo quiera admitir. - Lo siento. Tenía que hacerlo.- Dijo bajando la mirada y cerrando los ojos con fuerza como si estuviese esperando un golpe. Sin saber que decir o hacer simplemente dejé que mis instintos me llevaran (algo que no es bueno) y me acerqué a él, le tomé delicadamente la barbilla y lentamente acerqué mis labios a los suyos una vez más. Lo amo aún más que antes. Es indescriptible lo que siento al besarlo, es como si todo se me olvidara y solo quisiera pasar el resto de mis días con él. Un momento. Yo tengo novio... Podré ser lo que dirían un ejemplo de una persona con pocos valores, pero la honestidad es lo único que me queda y no puedo engañar de esta manera a Andrew. - ¿Qué pasa?.- Preguntó Cameron al momento en que alejé mi rostro del suyo bruscamente. - No puedo.- Dije e inmediatamente mis ojos comenzar llenarse de lágrimas que después caían por mis mejillas una tras otra sin poder parar. Fui hacía la puerta, él trató de detenerme, pero lo ignoré e inmediatamente habrí la puerta y la cerré. Al momento él comenzó a tocar con fuerza mientras yo me colocaba detrás de ella y sentía como mi corazón aceleraba aceleraba sus palpitaciones de una manera no tan normal. Me dolía el hecho de no saber que hacer. Estaba tan confundida por lo que había pasado, especialmente por lo que yo había hecho aún sabiendo que un buen chico como Andrew estaba verdaderamente enamorado de mi, o al menos hacía que sintiera eso. - Renz, hija e estado llamado y no respondes, ¿todo está bien? Oye, al parecer se complicó algo más del trabajo y no podré volver hasta dentro de dos días. Bien, cuidate. Llamame si puedes, adiós. Te quiero hija.- Sonó la contestadora y recordé que tenía una madre. - Fiorenz, habre por favor!.- Gritó Cameron quien llevaba tiempo golpeando la puerta y gritando lo mismo. Las lágrimas que corrían por mi cara incrementaban, cada vez eran más y más hasta que no se escuchó nada más del otro lado de la puerta y decidí en abrirla solo para cerciorarme de que Cameron se había marchado. Y entonces lo volví a ver. Estaba ahí sentado el la orilla de la banqueta. Sin darse cuenta de que lo estaba observando. Por dios soy Fiorenz Cantoni la chica a la que todas temen se acerque a su novio. No puedo estar escondiendome de un chico detrás de una puerta. Tengo que enfrentarlo. Al pensar eso inmediatamente me sequé las lagrimas que tenía respire exageradamente y salí de la casa cerrando la puerta tan fuerte como para que él volteara a verme. - Fiorenz, no fue mi intención el hacerte sentir mal, es solo que... aún te amo. Y sé qué fui un completo idiota al haberme ido con Roxana y dejarte ir con ese tipo. No sabes como lo siento.- Dijo levantándose para luego acercarse a tomar mis manos. Me duele verlo así. - Fuiste más que un completo idiota, mira. Esto fue un error ¿sí? Nunca debió haber pasado esto. Simplemente hay que olvidarlo ¿sí?.- Dí un paso atrás sintiendo un pequeño dolor en el pecho. - No puedes obligarme a dejar en el olvido esto que siento por ti. - No, pero si puedo alejarme de ti. No te me acerques ni me busques más.- Dije caminando en dirección hacía la puerta cerrandola sin escuchar ningún quejido provinente de Cameron. Tal vez esto sea el fin, ojalá.