Seis

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Llego al edificio del cual Johnny le había enviado la dirección, después de la escena que habían montado en el hotel, mentiría si dijera que no se sentía nervioso, pero creía que era porque no sabía con exactitud que encontraría allá arriba o que explicación debía dar.

Cuando se encontró frente a la puerta del departamento de Johnny toco con cuidado hasta que este le abrió, lucia más tranquilo y eso le alegro y tranquilizo a partes iguales, se hizo a un lado para dejarlo pasar.

La casa de Johnny era un lugar bastante amplio con muebles en tonos oscuros como grises o negros y uno que otra decoración en un color más brillante pero bastante acogedor y agradable.

— A decir verdad no cocino — hablo pasando a un lado encaminándose hacia la cocina — Así que pedí algo, espero que te agrade —

— De haberlo sabido hubiéramos comido en mi casa — respondió tomando asiento — No me considero el mejor, pero me defiendo bastante bien —

— Pero tenía que disculparme — Johnny regreso con una caja de de pollo frito — Creo que me pase un poco, tienes derecho a no decirme nada, es que siempre he sido un poco impulsivo y dramático —

— No, creo que soy yo quien debería pedir una disculpa — comenzó ayudarle a poner la mesa mientras Johnny traía el resto de las cosas — Verás lo que paso con Hansol fue algo no tan agradable y una parte no la saben ni mis amigos o de lo contrario no estaríamos vivos —

— ¿Estaríamos? —

— Si Hansol por hacerlo y yo por permitirlo y encima no decirles — explico tomando asiento — Lo que paso fue que me engaño y un poco más —

Taeyong le explico lo que había pasado sin omitir ningún detalle, hablarlo con Johnny que escuchaba atentamente sin reclamos ni regaños lo relajo mucho más de lo que imagino y dolía un poco menos, además de que lo pensó mejor y no podría ocultar aquello por siempre, no era justo mucho menos cuando él no había hecho nada malo.

— Opino lo mismo que Ten y Doyoung al que por cierto tengo que conocer, es un completo idiota —

— Bueno si pero —

— Te entiendo Taeyong, obviamente todo lo que sentías o sientes por él no se irá solo porque un día lo decretes, pero lo mejor es decir la verdad, hablando sobre ese tema que fue real, lo nuestro es un punto y aparte —

— Gracias Johnny —

Tal vez al final de todo aquello pudieran ser amigos y charlar de vez en cuando.

— No tienes nada que — ambos se quedaron callados cuando alguien toco la puerta —

— ¿Esperas a alguien? —

— No — susurro el más alto — ¿Y tú? — pregunto sacudiendo la cabeza al darse cuenta de eso último —

Se puso de pie para caminar hacia la cocina donde tenía un monitor de la puerta de entrada, donde podía ver quien se encontraba ahí, seguido de Taeyong que casi cae de la sorpresa al ver de quien se trataba.

— Maldición — gruño en un susurro comenzando a ponerse nervioso — ¿Qué hace aquí? —

— Tengo una idea —

— ¿Qué cosa? —

Comenzó a caminar hacia la puerta llevando consigo al rubio que ponía un poco de resistencia más no completa.

— Tienes que confiar en mi y seguir todo lo que digo — otro golpe más insistente lo hizo asentir — Bien —

Johnny abrió su chaqueta lanzándola junto a sus zapatos, después tomo la del rubio quien torpemente saco la propia y se quito uno de los zapatos cuando Johnny comenzó a desabrochar su pantalón haciéndolo sonrojar, pero confiando en que el castaño no haría nada malo, llevaba una camisa de botones que Johnny rompió al abrirla de golpe, los golpes en la puerta parecían acelerar la situación.

119Donde viven las historias. Descúbrelo ahora