Doce

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Johnny termino de hacer el pedido, mientras Taeyong acomodaba la mesa dándole a ratos sonrisas coquetas a las cuales el más alto admitía le parecían increíblemente atractivas, pero en pequeños lapsos parecía estar nervioso y aunque sabía el porqué, se lamentaba no poder hacer mucho más.

— ¿Qué les dijiste? —

— No mucho — respondió suspirando — Bueno, les dije que tenía algo importante que anunciar, asumo que creen que es algo menos de lo que les diré —

— Estaré aquí en todo momento —

— Si lo sé, pero es Ten, probablemente Doyoung no se moleste demasiado, pero Ten, podría lanzarme por la ventana —

— Las mantendré cerradas —

Estuvieron charlando por unos minutos antes de que el timbre finalmente sonará y un muy ansioso Taeyong caminará hacia la puerta para abrirla no sin antes dedicarle una sonrisa al castaño.

— Pasa Ten —

— Espero que hayas cocinado algo delicioso porque realmente me estoy muriendo de — hizo una pausa al ver que no se encontraba solo — ¿Johnny? —

— Hola Ten —

— No quiero ser grosero, pero ¿Qué haces aquí? —

— Bueno —

— Quítate Ten, estas bloqueando la entrada —

— ¿Qué te paso? — pregunto el rubio mientras entraba ignorando al castaño por un momento — ¿Te preparas para ser un reno de santa? —

— No comiences Ten — respondió pasando de largo hasta llegar al sofá — Estoy resfriado, solo vine porque Tae dijo que era importante —

— ¿Resfriado? — pregunto con un tono coqueto mientras tomaba asiento — ¿Jaehyun te mantiene caliente y de pronto llega tu helado ser haciendo un contraste de —

— Estuve bajo la lluvia — interrumpió — Solo es, no todo es sexo —

— ¿No me digas que —

— ¿Qué nos querías decir Tae? — volvió a interrumpir —

— ¿Pasamos a la mesa? —

Taeyong fue especialmente amable con cada uno, haciendo que la desconfianza aumentará y que con el paso de los minutos, la curiosidad fuera creciendo ¿Y si había matado a alguien y trataba de probar si aun lucia inocente? Imposible era Taeyong.

— Ya — hablo Ten finalmente, mientras el rubio servía el postre que constaba de pay de fresas — No puedo seguir fingiendo que no tengo curiosidad ¿Qué hiciste? —

— Bueno — comenzó el chico tomando asiento del otro lado de la mesa, a una distancia segura de Ten y Doyoung, al lado de Johnny — Fue algo que definitivamente no planee, salió más bien, como una idea de que era lo mejor para que Johnny estuviera a salvo —

— Pero por supuesto que yo estuve de acuerdo, fue lo mejor que se nos ocurrió —

— Ya lo esta defendiendo — hablo Doyoung sonriendo hacia Ten — Fue algo grande —

— Eso considerando que Taeyong no es de grandes cambios — respondió —

— Seguro tiene que ver con el idiota de Hansol —

— ¿Crees que lo haya perdonado? —

— Tae es idiota, pero tiene un límite, quiero creer que lo tiene —

— ¿Olvidaste la vez que simplemente huyo de casa? ¿Cuándo tuvimos que ir a la estación de autobuses? —

— Si, pero ¿Recuerdas cuando peleamos? Él fue el único que supo como mediar la situación —

119Donde viven las historias. Descúbrelo ahora