Cuatro

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— ¿Este es lindo? —

Observo a Jiyeon probarse un conjunto más, había probado alrededor de cinco conjuntos y aunque según ella no se había decidido, Jaehyun estaba seguro de que los compraría todos, no era algo nuevo para ellos.

— Sí, luce precioso —

— Me probaré el siguiente —

Miro su celular, Doyoung no se había comunicado y no sabía si porque no quería o porque no había deducido que era él quien tenía su celular y su cartera, misma que había guardado en su departamento, la noche anterior estuvo recibiendo algunas llamadas por parte de "Ten-paciencia" y "Taeyong" pero no había contestado ninguna, también recibió un par de mensajes y al parecer correos pero no había querido mover nada, tampoco quería ser invasivo, solo un poco molesto.

Esa mañana acompaño a Jiyeon a comprar algo de ropa pues tendrían una cena y quería lucir encantadoramente linda y como no tenía nada más que hacer termino aceptando, aunque revisaba su teléfono cada cierto tiempo.

Después de la ropa se dirigieron en busca de algunos zapatos donde dejo a la chica alegando que tenía que comprar unas cosas y después regresaría por ella, estaba caminando dando vueltas cuando su teléfono comenzó a sonar pero la idea de que fuera su pareja de terapia se habían ido hacia seis llamadas atrás.

— Diga —

Eres un desquiciado y encima un desfalcador, un idiota completo al cual en cuanto vea y me regreses mis cosas que espero no hayas tocado me encargaré de golpearte por estúpido y no sabes cuanto te estoy odiando desde el momento en que supe que eras tu quien había tomado lo que no debió

Inevitablemente sonrió al escuchar la voz del otro lado de la línea, los insultos eran lo de menos, Doyoung parecía un chico lleno de energía.

— Hola Doyoung —

Nada de "Hola Doyoung" — imito su tono, podía asegurar que estaba muy molesto — Quiero mis cosas de vuelta ahora

— ¿Qué cosas? —

No finjas que no sabes ¡Las tienes! Las quiero de vuelta, suficiente tengo que por culpa de tu problema me haya quedado sin coche, ahora tu me dejas sin el resto ¡Devuélvemelas!

— ¿Entonces te veo el miércoles? —

Hubo una pausa que le permitió sonreír, suponía que del otro lado de la línea el chico estaba asimilando todo lo que había escuchado o tratando de entender y no iba a entender nada porque aun no le explicaba la mejor parte.

— ¿Doyoung? —

Estás loco si crees que puedes lograr que yo siga tu juego

— Bien, si no quieres no te puedo obligar —

¡Pero me estas chantajeando!

— Pero no obligando —

¡Es lo mismo! — hubo una pausa que Jaehyun tomo como un intento de mantener la calma — Esta bien, dos sesiones más y quiero mis cosas de regreso

— Oh perdón cariño — hablo con un tono suave y meloso para molestarlo más — ¿Creíste que dos? Después de sugerirle a nuestro psicólogo que fueran tres sesiones por semana, te devolveré una cosa por sesión, es decir UNA cosa por sesión —

Un nuevo silencio en el que Jaehyun sonrió imaginando la cara del otro y las mil cosas que debían estar pasando por su mente, maldiciéndolo de todas las formas posibles, realmente molestar a Doyoung le estaba resultando más entretenido de lo que imagino.

119Donde viven las historias. Descúbrelo ahora