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Siete

Taeyong termino de firmar unos documentos, tenía el tiempo justo para encontrarse con Ten pues este mostraría uno de los salones para un evento en puerta, después había quedado de pasar por Johnny y juntos irían a casa de sus padres, algo que había aplazado y por lo que inicialmente había acudido al castaño.

Cuando finalizo tomo sus cosas y se encamino, Yeri había salido a comer y el lugar estaba en completa soledad, pero se quedo de piedra al ver quien se encontraba en la entrada.

Parecía que se había convertido en una pesadilla.

— Tae, te estaba esperando —

— ¿Para qué? Creo que ha quedado claro en más de una ocasión que no tenemos que hablar de nada —

— Claro que si — respondió cruzándose de brazos de forma imponente, como solía hacer tiempo atrás cuando se molestaba — Me debes una explicación y te daré la oportunidad de dármela —

— ¿Qué? —

¿Siempre había sido así? ¿Tan egocéntrico y creído? ¿Tan seguro de que él no se equivocaba? Y no es que Taeyong fuera una persona sumisa, no podía serlo siendo amigo de alguien como Ten y Doyoung, pero tal vez era la confianza de que siempre era él quien compartía más en esa relación.

— Estoy esperando — Taeyong frunció el ceño, comenzando a molestarse — Taeyong, no me hagas que me enoje porque me iré y entonces ambos sabremos lo que pasará —

— Pues adelante — respondió finalmente imitando la acción del otro — Ya te he dicho, te he superado ¿Qué otra cosa quieres escuchar para entenderlo? Ahora mi vida es con Johnny —

— Tae — intento acercarse, pero el rubio dio un paso atrás — Tú y yo sabemos que nuestro amor es fuerte, cometimos errores, pero nuestro amor debe poder con eso —

— ¿Cometimos? — pregunto entrecerrando los ojos, no podía creer que usara esa palabra cuando había sido él quien los cometió —

— Sí, pero —

— ¿Qué haces tu aquí? —

Ambos se giraron para encontrarse con Ten que al esperar y no ver llegar a su amigo opto por ir en busca de él, lo que no espero encontrar fue aquello.

— Aquí vamos de nuevo — hablo Hansol mirando a ambos con un tono que denotaba su molestia — ¿Siempre tienes que tener a alguien que te defienda? ¿No puedes estar solo? —

— Mira idiota — Ten se acerco de forma imponente pese a ser ligeramente más bajo — Si Tae esta o no custodiado es porque idiotas como tu abundan, además ¿Qué más te da? Tú ya no formas parte de su vida y me alegro porque siempre me caíste fatal —

— Lo mismo puedo decir, tú y Doyoung son un dolor de cabeza —

— Que duro — respondió sonriendo — Si vieras las ganas que tiene Doyoung de verte ¿Qué tal sigue ese pie? —

— Son un par de salvajes —

— Como quieras, largo no eres bienvenido aquí —

Estaba furioso, pero tampoco era un idiota y sabía que no ganaría nada además de que Taeyong no parecía dispuesto a hablar.

— Me voy, pero tenemos una plática pendiente — hablo mirando a Taeyong que lucia bastante tranquilo —

Apenas se perdió de vista cuando se giro hacia el rubio pero sorpresivamente lucia mejor de lo que imagino.

— Si Doyoung sabe que te esta acosando, lo matara —

— Lo sé ¿Quieres detenerlo? — pregunto con una sonrisa divertida —