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La fragata saltó al hiperespacio al cabo de casi una hora de haber despegado. Habían recogido los heridos de uno de los Venators antes de salir del sistema.

Kix estaba tratando a los más graves. El olor a sangre y bacta se le había impregnado en la nariz. Disparos de bláster, huesos rotos, contusiones cerebrales, hemorragias internas... Era mucho lo que un medico de combate debía tratar, pero nadie parecía preocuparse por las heridas que no se pueden ver o detectar con un escáner. A nadie parecía importarle los traumas y daños emocionales y mentales que la guerra provocaba en los clones. Y a Kix ya le estaba afectando. Se había desmoronado por completo hacia una hora y aun no podía concentrarse totalmente en lo que estaba haciendo. No podía dejar de pensar, y eso le dolía. El clon médico que estaba a su lado asistiéndole lo saco de sus pensamientos.

- Parece que ha echo esto miles de veces... - Dijo con asombro. Era un recién llegado. - ¿Cuanto tiempo lleva luchando en el frente, señor?

- Desde Geonosis. - Contestó Kix sacudiendo la cabeza para concentrarse en su paciente. El clon se enderezó y ladeó la cabeza levemente, concentrado en los movimientos de Kix. - Tu llevas poco tiempo, supongo. - Él asintió. - Pero sabes bien lo que haces. Parece que los Kaminoanos han decidido mejorar el entrenamiento médico. - El clon negó con la cabeza y encogió los hombros.

- No se como fue cuando a usted lo estaban instruyendo, pero yo no me siento para nada preparado para esto. - Dijo señalando a su alrededor. Kix conocía esa sensación. - Es cierto que puedo estar más preparado que algunos de mis hermanos, pero es porque invierto mucho tiempo leyendo expedientes médicos de casos extremos. - Kix lo miró durante un segundo.

- Esos expedientes suelen estar bajo códigos de acceso. - Dijo Kix sorprendido. No era posible acceder a ellos sin conocerlos. El médico volvió a encoger los hombros.

- Y bajo encriptación kaminoana. - Kix levantó la mirada de nuevo. Eso le interesaba. Hacia poco descubrió que el chip estaba encriptado bajo codigo kaminoano. "Si él sabe como desencriptarlo..." una chispa de esperanza animó a Kix.

- ¿Y sabes como burlar los códigos y la encriptación? - Dijo Kix, con un tono burlón para tratar de ocultar su interés. El hombre asintió con orgullo y bajó la voz.

- Yo y un amigo cercano programamos un software que desencripta el código kaminoano. Nos costó muchísimo, pero es altamente efectivo. - Kix sintió su corazón acelerarse y un escalofrío le recorrió la espalda. El medico bajó la voz un poco más. - Si le interesa, puedo dejárselo. - Kix lo miró a los ojos. No había maldad ni avaricia en su voz. No iba a pedirle nada a cambio. Solo era un chico que quería sorprender a un hermano mayor. Kix sonrió. Fue su sonrisa más sincera en mucho tiempo.

- Te lo agradecería mucho, vod. - Dijo Kix, dejando los instrumentos médicos en la bandeja de metal que sostenía el médico.

- Está en mi ordenador. Habitación 020, cama 06. Código 5741 - Dijo casi en un susurro. Kix le dio una palmada en el hombro y salió de la sala. "He tenido mucha suerte".

Volvió a ponerse el casco y trató de no correr hacia la habitación. Por el camino volvió a encontrarse con ese kaminoano. Sus ojos se fijaron en la visera de su casco. Kix no sabia que era lo que estaba viendo, pero le dio mala espina. Aceleró un poco el paso para perderle de vista.

Entró a la habitación 020, estaba vacía. Fue a la cama 06, junto a ella había un ordenador encendido. Conectó el chip y el ordenador pidió un código. Introdujo los números 5741 y el ordenador comenzó a cargar información. Kix cruzó los dedos y paseó nerviosamente por la habitación mientras el ordenador procesaba los datos. Su corazón latía demasiado deprisa y le dolía la cabeza. Quería cerrar los ojos y relajarse, pero le daba miedo. Cuando parpadeaba aun veía cadáveres. Sintió un escalofrío cuando el ordenador hizo un pitido y mostró en pantalla el contenido del chip. "De verdad ha funcionado..." Kix no podía creerlo. Se quitó el casco y lo dejó en la cama. Parpadeó varias veces al ver la información en pantalla, para asegurarse de que no estaba soñando.

"Ordenes de Contingencia del Gran Ejercito de la Republica...." - Kix leía con atención cada linea. " Es un reglamento que no había visto nunca..." Había ciento cincuenta ordenes enumeradas y explicadas. "¿Porque guardar esta información en un chip cerebral?" Entonces Kix se dio cuenta. "¿Pueden...obligarnos a ejecutar estas ordenes?" El sudor humedeció su cara. 

"Orden 4: En caso de incapacidad del Comandante Supremo (Canciller), el comando general del Gran Ejercito de la República recaerá en el vicepresidente del Senado... "

...

"Orden 37: captura de un solo individuo buscado a través del arresto masivo y amenaza de ejecución de una población civil." Kix releyó la linea. La República nunca había usado tácticas tan agresivas. Se obligó a continuar. "Las directivas de seguimiento incluyen escenarios para" Kix suspiró nerviosamente. "la eliminación del cuerpo de víctimas civiles y la supresión de las comunicaciones."

...

"Orden 65: En caso de que 1, una mayoría en el Senado declare que el Comandante Supremo no es apto para emitir órdenes, o 2, el Consejo de Seguridad declara que no es apto para emitir órdenes y una orden autenticada, los comandantes estarán autorizados a detener al Comandante Supremo, con fuerza letal si es necesario, y el mando del Gran Ejercito de la Republica recaerá en el Canciller interino hasta que se designe un sucesor o se identifique una autoridad alternativa"

Siguió leyendo. "La orden 66: En el caso de que los oficiales Jedi actúen en contra de los intereses de la República, y después de recibir órdenes específicas verificadas provenientes directamente del Comandante Supremo, los comandantes del Gran Ejercito de la Republica removerán a esos oficiales por fuerza letal y su mando volverá al Comandante Supremo hasta que se establezca una nueva estructura de comando...Orden 66... matar a los jedi en caso de traición... ¿Por que los jedi traicionarían a la República? Llevan milenios sirviendo y luchando para ella..." pero Kix lo entendió. Lo que Cincos quería decir. Lo que tanto le preocupaba. "Tup mató a la general por culpa de esta cosa... Solo... Cumplió la orden..." Se levantó y se llevó las manos a la cabeza. "Por eso el canciller y los kaminoanos le intentaron quitar importancia... ellos lo saben. Siempre lo han sabido." . Kix se tocaba las manos nerviosamente.

De pronto la puerta se abrió. Kix se levantó de un salto y levantó los puños, dispuesto a golpear al intruso. Para su sorpresa, el kaminoano de antes entró. Sus ojos estaban fijos en los de Kix.

- El caso de CT-27-5555 se resolvió en su momento, CT-6116. - dijo con la característica voz tranquila de su especie. La puerta se cerró a sus espaldas y se acercaba a Kix lentamente.

- Mentisteis. - Dijo Kix, desconectando el chip del ordenador y guardándolo en la palma de su mano bajo su guante izquierdo. - Kamino y el canciller... mentisteis a los jedi y al senado. Mentisteis para que no descubriéramos que...

- Soldado 6116, tu estado mental es inestable. Debes acompañarme a ser tratado. - Kix bufó.

- "Ser tratado" eso solo puede significar o "terminarme", como os gusta llamarlo o borrarme la memoria. - Kix le asestó un puñetazo en el pecho. - Y ninguna de las opciones me gusta.

El kaminoano retrocedió, agachándose por el dolor y Kix le dio un golpe en la cabeza, dejándolo inconsciente.

De pronto, Kix sintió como la nave salia del hiperespacio. Durante un momento pensó que ya habían llegado a la estación médica, pero la nave se estremeció y el estado de alerta se activo. Estaban bajo ataque.

Kix - Una historia de Star WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora