¿Qué es esta sensación de desesperación que tengo?... Se siente demasiado incómodo... Ella lleva escribiendo desde hace un par de minutos y todavía no tengo respuesta.
Si ella dice algo en el grupo con todos ahí... ¿Qué pasará conmigo? De seguro ya piensan que soy un tipo raro, pero esto sin duda me marcaría por completo...
De repente una alerta en mi teléfono me hizo disipar un poco mis pensamientos suicidas. Cogí el teléfono y al ver la respuesta casi se me salen los ojos por la sorpresa... Pero qué diablos...
Sinceramente quedé sin palabras, ¿cómo se supone que debo responder a eso?... Cerré rápidamente la aplicación...
Me olvidé completamente de socializar por el resto de la tarde, desactivé las notificaciones y puse unas buenas canciones de Anberlin para tomar una siesta vespertina.
Aún me sentía cansado, había sido un día largo y habían pasado tantas cosas que no tengo ni idea de cómo logré sobrevivir. A mí mente llegaron los nuevos recuerdos que hice en la preparatoria... Pero... ¿Por qué se acelera mi corazón cuando recuerdo la sonrisa de Alejandra? Debo estar loco.
Lentamente mis ojos comienzan a cerrarse mientras dejo escapar un último suspiro antes de caer rendido sobre mi almohada.
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero la alarma está sonando. El odioso timbre por defecto que sonaba a las cinco de la mañana con cuarenta minutos era inconfundibles. Ni siquiera cené anoche, maldición, no puedo esperar a bajar para desayunar, pero primero debo levantarme.
Abro mis ojos y hago la rutina diaria de siempre. Ir a dejar el paquete en el gran trono blanco para después asearme. El agua se sentía bastante tibia y cómoda sobre mi piel. Se siente demasiado bien, no quiero salir de la ducha, pero debo correr para no perderme el autobús.
Una vez listo, con ropa de color esta vez, bajé a la cocina donde cerca del microondas mi mamá me había dejado un plato con emparedados de jamón y queso, sumamente deliciosos. No alcancé a verla, de seguro estaba haciendo algo en el sótano o en la azotea. La casa era grande y realmente no conozco todas sus habitaciones.
Al terminar de comer, me despedí de mi madre, donde fuera que ella estuviera, y tomando mi mochila salí de casa para caminar hasta la estación.
El autobus no tardó en llegar, pero yo estaba a contra reloj, en mi teléfono alcancé a ver qué faltaban quince minutos para las siete de la mañana, esa era la hora de entrada. Para mí sorpresa el autobús estaba completamente vacío y por suerte no había nada de tráfico, muy extraño, considerando que ya iban a ser las siete... Lo único malo que pasó en el autobús, fue que cuando revise mi mochila, no estaba la tarea de socio que había hecho ayer... Rayos... Esfuerzo en vano.
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La Trágica Pero Divertida Vida De Adriel
Teen FictionLa difícil o extraña adaptación de un chico de preparatoria en una nueva ciudad, con nuevos intereses y amigos... ¿Qué malo podría pasar?