Licencia para transformar / Diego José

558 0 0
                                    

-Dígame sus exigencias.

-No tengo ninguna.

-Como que no, todo el mundo tiene… ¡¿por qué hace esto?!

-No tengo ninguna.

-Inspectora, videoconferencia entrando…

En la pantalla:-Natacha, hemos identificado a los rehenes, uno es John Cayban, terrateniente del Régimen Sudeste, la otra rehén es Anabel Weigand, ministra de sanidad vegetal del gobierno de la zona central.

Tras un largo bufido la comandante se quejó de la colibrí que llegó a ministra por enchufe, aunque el comisario sabía que no se quejaba por eso.

-Sea como sea, si la consigues liberar te ascenderé a subcomisario. Cortamos comunicación.

Tras breves momentos de reflexión, la inspectora norteña decidió actuar:

-Te he pedido tus exigencias, ahora te toca escuchar las mías, libera a la colibrí.

A los pocos segundos, se oyó un sordo estruendo procedente de la colisión de un trasero contra el suelo de alrededor del Palacio de Reuniones Norteño.

El S.W.A.T confirmó que era un rinoceronte de unos tres metros, era John Cayban. Cuando se lo confirmaron a la comandante cambió de amarillo limón a rojo sangre, encendió el micrófono y gritó:

-¡Dump Murphi!

-…

-Ese es tu nombre, ¿no?

-Afirmativo.

-Sargento de la aerotransportada 101.

-Afirmativo.

-Encargado de encontrar y aniquilar al primer ministro central en el año doscentos.

-Tengo una exigencia.

-Te escucho.

-Haré un intercambio.

-Lo que sea.

-Liberaré a Anabel.

-Se está cortando.

-Si entras tú.

Una vez enfrente del portón suspiró hondo y entró.

-Buenos días Murphi.

-Buenos días.

-Sigamos hablando del 8 de octubre.

-Se me olvidó mirar debajo de la cama.

-Fallo de cabo.

-Me han dicho que tú no te has dejado ningún clavo suelto.

-Lo he intentado.

Murphi extendió el brazo en el extremo del cual se hallaba un revolver, justamente cuando se disponía a percutirlo , un francotirador lo abatió, pero no lo mató. Para que no su friera el hada lo transformó en un trozo de madera con un clavo suelto , transformó su varita en un martillo , apretó el clavo y dijo:

-Intento no dejarme ningún clavo suelto zoomorfo.

Cuentos fantásticos de Secundaria 14-15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora