Es como si todos los días fuesen
el día de mi muerte.
Nunca como, nunca duermo.
No estoy vivo, pero tampoco muerto.
Siento cosas extrañas, no siento nada.
Hay gusanos blancos bajo piel.
Infectan mis órganos, bajo mi piel se arrastran.
Tendría que haberme suicidado.
Si no fuese tan cobarde ya lo habría hecho.
Estoy de pie, al borde de la ventana, temblando.
Seis pisos hacia abajo, seis pisos por debajo.
debería saltar, sería maravilloso.
Pasarán los años y todavía quedarán trozos de mi cadáver
en la acera incrustados.
Tengo en mi mano un cuchillo afilado,
lo sostengo sobre mis venas.
He llenado de agua caliente la bañera.
Tengo una soga en el salón, colgando del techo.
Tengo más de veinticinco gramos de paracetamol.
¿Alguien puede sentir mi dolor?
¿Quieres morir, Antonio?
suicídate.
¿Antonio, de verdad quieres morir?
Pues suicídate.
No es tan fácil, joder, no lo es.
No soy lo suficiente fuerte,
no lo suficiente como para vivir.
Nunca seré lo suficiente.
Me da miedo la vida,
Me da miedo la muerte.
No tengo el valor para matarme,
no tengo el valor para seguir con vida
y ahora me hallo en un limbo extraño.
Ahora no estoy vivo,
pero tampoco muerto.
No gozo del placer de estar vivo,
ni gozo de la tranquilidad de estar muerto.
En mi interior hay un grito,
No quiero estar vivo,
Pero me da miedo la muerte,
no el dolor, la muerte.
No quiero estar muerto,
pero me da miedo la vida,
no el dolor, la vida.
Soy un enfermo de cáncer
agonizando en su lecho.
A un dios sin nombre le grito:
Déjame morir tranquilo,
o déjame seguir viviendo.
¿Por qué no puedo disfrutar de estar vivo?
Quiero morir.
Ayúdame a morir.
Me falta valor para vivir,
me falta valor
para ahorcarme en el salón.
ESTÁS LEYENDO
Poemas Mal Traducidos.
PoetryPoemas Mal Traducidos no es más que una selección de mis peores poemas. Una antología poética donde nada tiene sentido, donde los poemas son tan malos que aparentan ser poemas mal traducidos.