Secreto [✔]

CAPÍTULO 1 : ESQUIVANDO LA BALA

Disclaimer: esta historia está inspirada en la relación secreta que tuvieron Monica y Chandler durante la temporada 5. Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino que son propiedad del mangaka Masashi Kishimoto. Espero que les guste y gracias por leer.

Naruto dormía tranquilamente en la comodidad de su cama, estaba muy calentito entre sus sábanas mientras soñaba que corría en una enorme y deliciosa montaña de ramen. Se sentía tan feliz, mientras devoraba esos sabrosos fideos así que corrió hacia ese enorme lago de rica sopa, pero en vez de caer sobre la deliciosa sopa del ramen sintió el duro suelo que logró levantarlo.

Con pereza miró el reloj y se quejó al ver que solo eran las seis de la mañana así que se acomodó dispuesto a volver a dormir, pero su estómago rugió en busca de comida, parecía que su sueño le había dado hambre. De mala gana el blondo soltó un suspiro y se levantó poniéndose sus pantuflas de rana, tal vez un tentempié no le vendría mal. Si mal no recordaba aún tenía algún envase de ramen instantáneo escondido, ya que Sasuke no le dejaba comer muy seguido, alegando que no era muy "sano". Sano o no, estaba muy bueno y su amigo era un estreñido amargado.

Salió como aún mucho sueño de su cuarto hacia la cocina, pero antes de poder llegar, se topó con Hinata y Sasuke que estaban parados en medio de la sala dándose un abrazo, aunque no estaba muy seguro a causa de la poca luz que había. El rubio los miró con duda, casi como si se tratase de un espejismo o alguna especie de alucinación a causa del sueño que tenía y la nula iluminación que había.

—¿Teme, Hinata-chan? —dijo el rubio tratando de enfocarlos, pero sin demasiado éxito.

Ambos chicos se sorprendieron por la repentina presencia del ojiazul y rápidamente se alejaron. Mayormente no había forma de despertar al chico por lo que siempre escogían el departamento del azabache para quedar en sus encuentros a escondidas, así que no esperaban verlo despierto a esa hora.

—¿Qué hacéis aquí? Son las seis de la mañana—dijo el rubio mientras bostezaba y los miraba con cansancio.

—Yo te puedo hacer la misma pregunta—se apresuró a decir el Uchiha mientras Naruto se frotaba los ojos.

—¿Yo? —dijo señalándose. —Voy a comer algo de ramen—respondió volviendo a bostezar mientras la peliazul no podía articular ni una sola palabra, no podía creer que acababan de ser pillados, habían tratado de ser muy precavidos, pero parecía que todo su anterior trabajo no había servido de nada y ahora todos sus amigos se iban a enterar de la relación secreta que ambos mantenían.

Naruto estaba parado frente a ellos y la verdad es que ninguno de los dos sabía que decir o hacer. Entonces Sasuke se percató del dormitado estado del blondo, conocía muy bien a su mejor amigo y lo dormilón que era. Mayormente cuando el chico estaba en ese estado no se solía enterar de las cosas, así que, aunque pudiera parecer un estudio puso en marcha una peligrosa idea que rogaba que funcionara.

—Entonces... ¿Qué hacéis aquí? —volvió a preguntar el ojiazul mientras bostezaba todavía más y se sobaba los ojos.

—¿Tú que crees que hacemos? Son las seis Naruto—dijo Sasuke mientras el rubio lo miraba sin entender. —Es un sueño—dijo como si nada mientras Hinata lo miraba interrogativa al igual que el Uzumaki.

La Hyuga admitía que el rubio podía ser algo crédulo, por no decir que completamente, pero esta vez no creía que lo pudiera engañar de esa manera.

—¿Un sueño? —preguntó dudoso sin acabar de creerlo.

—Dobe, ¿cuándo te has despertado a las seis? Ni siquiera cuando fuimos de viaje con el instituto lo hiciste—le dijo Sasuke haciendo meditar al blondo.