CAPÍTULO 5 : PILLADOS

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Naruto de verdad quería decirle a Sasuke y Hinata que Sakura ahora conocía sobre su relación, pero la pelirosa le había hecho prometer que no diría ni una palabra, así que se había visto obligado nuevamente a guardar otro secreto más, a pesar de que estuviera en contra de su voluntad hacer eso.

Como siempre se encontraban en el piso de las chicas, aunque esta vez solo se encontraban Kiba, Sakura, Ino y Neji. Pero de repente una llamada de su profesora diciendo que no había recibido su ensayo hizo que la rubia se asustara.

—No, estoy segura que lo dejé en su mesa. Por favor no se vaya, ahora mismo voy—decía la rubia mientras salía del apartamento, dejándolos solos.

Cuando la rubia se fue Sakura no pudo evitar burlarse de su amiga. Ino a veces era demasiado desorganizado, ya le había advertido que algo como eso le pasaría si no ordenaba todos sus papeles, pero a veces la Yamanaka hacía oídos sordos a los consejos de la ojijade.

Entonces Neji soltó un largo suspiro que atrajo la atención de ambos.

—¿Qué ocurre? —preguntó Kiba mientras Sakura mostraba interés ya que parecía que el castaño se encontraba en una verdadera encrucijada.

El Hyuga rápidamente les explicó que aún seguía buscando piso y no encontraba ninguno que le acabase de gustar, por lo que Sakura junto a Kiba decidieron acompañarlo para ayudar a concretarse, ya que el chico a veces podía ser demasiado perfeccionista y fijarse en cosas sin importancia.

Así, con ayuda de un agente inmobiliario partieron los tres por las calles de Konoha en busca del apartamento del castaño. Y grande fue su sorpresa cuando aquel hombre los llevó a un edificio muy cercano a donde vivían todos los demás.

Estuvieron toda la tarde de arriba abajo junto con el agente inmobiliario hasta que llegaron a un edificio que quedaba frente al de ellos.

—Ha tenido mucha suerte—dijo el hombre. —Iba a enseñarles más tarde este apartamento a una pareja, pero por lo visto han roto y anularon la cita. Así que siéntase libre de tomar todo el tiempo que necesite para inspeccionarlo—dijo el hombre dejando que los tres pasaran.

Neji y Sakura acompañaron al hombre mientras que Kiba, curioso como él único comenzó a merodear por la casa hasta llegar a una habitación, seguramente el dormitorio principal. El chico se acercó a la ventana y para su sorpresa se dio cuenta que podía ver el apartamento de Naruto y Sasuke.

—Oh...—dijo cuando vio al azabache, que estaba sentado en el sofá, así que comenzó a hacerle señas al chico para que lo viese, pero parecía que no lo notaba. Pero luego se extrañó al ver como una figura más aparecía. —¡Oh! —se sorprendió al ver allí a su mejor amiga, extrañándose de que Hinata fuera sola al apartamento de ellos dos. Pero lo que pasó a continuación dejó completamente en blanco al chico, ya que cuando ella se acercó a él pudo ver como Sasuke se abalanzaba contra su amiga y con demanda la besaba. —¡Ohhh! —gritó asustado, pero aquello no fue lo peor, sino que se percató que Hinata correspondía sin ningún tipo de resistencia, sino con la misma pasión que el morocho. —¡¡¡¡OHHHHHHHH!!!!! —gritó como si lo estuviera a punto de matar o hubiese visto la peor cosa en el mundo, aunque para él esa escena no distaba mucho de eso.

Por los gritos del chico consiguió atraer la atención de Sakura que se acercó a donde se encontraba el castaño gritando como loco.

—Kiba, ¿qué sucede? ¿Por qué haces tanto alboroto? Neji está en la sala intentando hablar con el agente inmobiliario—dijo cansada la pelirosa para luego mirar hacia la dirección en donde el chico señalaba mientras gritaba como un poseso para luego al igual que el chico sorprenderse sin creer lo que sus ojos estaban viendo. —¡DIOS MÍO! —dijo Sakura totalmente sorprendida. Su peliazul amiga era más oseada de lo que imaginaba.

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