Conquistando al Highlander ( Saga Guerreras II )

Capítulo 4

Megan que siempre había tenido el don de saber si una persona era perjudicial o no empezaba a sospechar de el, con Kylan sintió desde el primer momento que estaría a salvo pero actúa opuesto a sus ideales. Pensando una y otra vez en como él la acercaba a su calor abrasador y la alejaba de forma despiadada se marchó a dormir ya no tenía dudas algo le sucedía para que actuara así por muy petulante que era siempre había demostrado ser un caballero y si tenía que escarbar profundo lo haría para sacar fuera sus temores.

Con una mirada decidida y el común brillo salvaje que caracterizaban sus ojos una vez tomaba una decisión optó por apartar los tontos temores de no ser querida, usada y hacer que ese terco guerrero confesara lo que había entre ellos.

La fría noche envolvía a todos en su fresco velo, muchos guerreros ya estaban durmiendo y otros charlaban de ningún tema en particular, Kylan que ya había recuperado la compostura se le unió a un fuerte guerrero que estaba de guardia dando tiempo a que "su" pequeña brujita durmiera, al darse cuenta que le había llamado "su" brujita río amargamente en su interior.

-Muchos demonios en tu interior muchacho - fue una afirmación lo que aquél mayor pero no anciano guerrero le dijo.

- ¿Quien no tiene sus propios demonios? - sonrió sin que le llegara a sus hermosos y azulados ojos.

- Mi Laila siempre dice que no hay mejor cura para el dolor que una pequeña llama de amor que hará arder todo tu interior para dejarte una calidez tan grande que evaporará cualquier temor existente - aunque era un tosco guerrero de voz grave expresaba su amor a su esposa sin ningún problema.

Kylan se mantuvo en silencio viendo la negrura que los rodeaba dejando que sus palabras rondaran por su cabeza haciéndole imaginar una vida en la que Megan, esa niña que con una sonrisa lo enamoró fueran el uno del otro.

Suspirando un tiempo después se despidió del guerrero y se marchó a su tienda no antes de asomarse por la de Megan y cerciorarse de que no había tenido la alocada idea de ir a explorar los alrededores, pero se encontraba en un sueño profundo.

Al darse cuenta que había contenido su respiración la liberó y volvió a respirar con normalidad grabándose en su memoria otro lado de su adorable incordio. La tenue luz hacía que su cabello se viera más oscuro que el natural y que en donde más fuerte era se reflejaban hilos de cabellos azules, sus dedos pasaron delicados sobre sus rizos subiendo su mano hasta su rostro contorneando todo el camino como si de una pintura se tratara aprovechando de ese íntimo momento sus largas y tupidas pestañas sobresalían sus carnosos labios hacían el sigiloso sonido de su respiración al centrarse en ellos lamió su labio inferior recordando el resiente beso había perdido la cabeza al hacer tal locura cuando podrían haber sido descubiertos pero en contradicción no se arrepentía de ello. Acercó un poco su rostro al hueco de su cuello, su olor lo tranquilizaba pero también lo volvía un loco hambriento que la reclamaba en su fuerte deseo de nesecidad, con la mano libre tomo la delicada de ella y planto un suave beso cargado de sentimientos se apartó y en silencio fue hacia su tienda.

Megan sonrió como una estúpida sostuvo la mano que aún guardaba el calor de Kylan y la acercó a sus labios, sabía que no estaba equivocada él la quería y haría que lo admitiera.

Al amanecer todos ya estaban alistándose para desayunar mientras otros cumplían su tarea de recoger el campamento. Kurt todavía se encontraba molesto pero ya no se comportaba tan cortante hacia Megan incluso le permitió salir de la carreta pero se tenía que mantener cerca de él para tener un ojo sobre ella.

- Es bueno poder gozar del paisaje en su esplendor - hizo una mueca - y no por el estrecho marco de una ventana.

- Entiendo lo que quieres decir tuve ansiedad cuando no me permitía salir de la cama después de tener a los gemelos - sonrió al recordar sus pequeños demonios.

Ambas sonrieron Kurt era temido y respetado siempre tenía un autocontrol sobre si mismo que sólo se agrietaba en presencia de su esposa y adorados hijos.

Vagando su mirada encontró la ancha espalda de Kylan quien era el opuesto de su hermano siempre carismático y engreído buscando pelea en todo momento con ella y elevándola al cielo con sus besos.

- Lo conquistaré Kiana - afirmó con vehemencia - Conquistaré a ese highlander.

- Sobra decir que cuentas conmigo para lo que necesites - sonrió su cuñada.

Los últimos rayos del Sol estaban tocando las verdosas praderas de las tierras McRea cuando llegaron a las puertas del ilustre castillo en donde lo esperaban un entusiasta Hawk y como siempre un taciturno Cailean.

- Sean bienvenidos viejos amigos - pronunció Cailean dándoles unas amistosas palmadas a Kurt y a Kylan en la espalda.

- Hombre que me haces sentir más viejo de lo que soy - respondió un sonriente Kylan, en respuesta Kurt gruñó pero sus labios se doblaban hacía arriba en una sonrisa.

- Milady - inclino Cailean su cabeza en modo de saludo a Kiana.

- Milord - le devolvió el saludo desde se montura.

- Ustedes siempre tan formales - habló burlonamente Hawk que se dispuso a ayudarla a desmontar la cual lo frenó y con un ágil movimiento se encontraba segura con sus pies en el suelo - Y tú mi indomable Kiana no cambias - tomó su mano y depósito un mojado beso - Mi oferta sigue en pie nunca lo olvides - guiñando el ojo enfrentó la dura mirada de Kurt que colocaba una mano posesiva en su cintura.

- Creo que no estará en pie por mucho tiempo - habló Kurt con humor - ¿dónde están mis modales? mis felicitaciones por tu compromiso McRea.

Hawk sonrió sin mostrar molestia.

- Todavía no se ha llegado a un acuerdo amigo mío, no me pongas la soga en el cuello sin un veredicto - sacudiéndose como si se despojara de algo se acercó a Megan que escuchaba la conversación en silencio sobre su caballo.

Por mucho que quisiera bajarse por su cuenta le dolía todo el cuerpo al no estar acostumbrada.

- ¡Megan! - la tomó de la cintura para ayudarle dando unas vueltas en el aire que hacieron escapar de su labios una melodiosa carcajada - Te has vuelto más hermosa de lo que recuerdo.

Kylan saludaba a Cailean pero con el rabillo del ojo vio el espectáculo formado por Hawk y le molestó verlo sosteniéndola con tal naturalidad, ella era suya.

Los demás o casi todos que ignoraban lo que sus ojos expresaban veían con espontaneidad a esos dos.

- ¿Y cómo hiciste que el cascarrabias de tu hermano te permitiera salir de tu enorme torre mi princesa? - habló Hawk una vez depositado a Megan en en el suelo.

- Me escapé - declaró orgullosa la joven trigueña.

- Eres toda una guerrera McFight - le elogió Hawk por su acción a lo que Kurt bufó  - es una verdadera lástima que no tenga unos cuantos años menos.

- Sin ofender milord pero aunque usted fuese más joven no me atrevería consideralo un buen partido - dijo con cara de no aplastar ni una mosca.

Esta vez todos explotaron en carcajada antes la negativa de la joven que dejó en shock a un herido Hawk en su orgullo de hombre.

Una vez finalizada los saludos y formalidades se ubicaron a los nuevos invitados y se les brindaron comida, bebida además de un buen entretenimiento.

Capítulo!!! Ya nuestra Megan tomó una decisión que San Ninian lo proteja porque ya sabéis como somos de perseverantes las mujeres 😂😂, espero que lo disfrutéis. Besos😘😘