Capítulo 5

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Mientras que todos tomaban su desayuno tranquilamente Megan no paraba de fruncir el ceño. Se había mantenido despierta toda la noche tratando de maquinar un plan para su conquista pero nada le venía a la mente. Suspirando enfurruñada le lanzó una última mirada a Kylan que le sonrió de manera pícara a una doncella y enterró el cuchillo en la mesa. Todos se percataron de los ánimos de la muchacha pero ninguno se atrevía a decir nada.

- ¿Estas de malas hoy , bruja? - la azulada mirada burlona se posó en la trigueña.

Megan sólo enarcó una ceja, no caería en las tentaciones,si seguían con ese juego nada cambiaría. Excusándose se levantó altiva y se marchó del comedor. Cada una de las cabezas que se encontraban allí se voltearon hacia Kylan.

- ¿Y ahora que hice? - preguntó incrédulo.

-Me sorprende que sea tan popular con las mujeres - susurró lo suficiente alto Kiana para ser escuchada.

- Concuerdo contigo, mi querida Kiana - asintió con seriedad Hawk.

Maldiciendo entre dientes Kylan se levantó de la mesa ignorando las sonrisas de la mujer de su mejor amigo y el detestable McRea. Kurt se quedó mirando en silencio todo,su instinto le decía que allí pasaba algo pero más que su instinto se lo decía la radiante y traviesa sonrisa de su esposa.

Cuando iba por la mitad del pasillo algo llamó su atención. Saliendo de unas de las habitaciones Cailean se detuvo frente a él y con un gesto seco le indicó que entrara. El que Cailean quisiera hablar con él a solas no era una buena señal.

-Ha llegado una carta de "ellos" - habló directo al asunto sin medirse - se dirigen hacía acá.

Escuchar eso fue como si le lanzaron un balde de agua fría, sintió que le faltaba el aire y en su cabeza resonaban desgarradores gritos, la oscuridad lo estaba devorando.

- ¡Kylan! - la dura voz de Cailean lo sacó del transe.

- Yo...yo - no podía articular palabras - lo...lo siento...

Ya no era un niño pero aún así se sentía como tal en este momento.

- ¿Que quieren? - respiró profundamente para tranquilizarse.

- No lo dice en la nota -  Cailean se mantenía sereno - avisaban que estaban por el cruce, llegaran aquí al mediodía si los cielos los acompañan.

Al escuchar eso su mirada se dirigió hacia la ventana que se encontraba a espaldas de su amigo, el cielo estaba gris y eso le hizo desear que la tormenta estallara en ese mismo instante.

Como si su amigo escuchara sus pensamientos habló llamando su atención.

- Va siendo hora que te enfrentes a tu pasado y dejes de huir - al decir eso no obtuvo respuestas, suspirando le colocó una mano en el hombro - tienes que saber algo más.

- No quiero saber nada - Kylan no podía soportarlo más, se levantó y en dos zancadas se encontraba en la puerta girando el picaporte.

- Él ha muerto - se paralizó en el lugar - en todos estos años no te han dejado de buscar, seguían con la esperanza de que algún día volverías.

Cailean era la primera persona que le tendió la mano cuando se encontraba sólo, era quien le había informado años tras año todo lo que ocurría en "esas" tierras.

- Eso nunca pasará - dijo en voz baja y se marchó.

¿Por que el destino era tan cruel? Nunca había olvidado de donde venía, esa era su condena, siempre se lo recordaba a si mismo, no podía ser feliz no con la desgracia y vergüenza que cargaba en sus hombros.

Conquistando al Highlander ( Saga Guerreras II )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora