No tenía absolutamente ningún lugar propio donde pasar la noche, cumpliría dos días desde que llegó y pensó que tal vez el encuentro con su padre sería distinto, pero todo se tornó gris cuando escuchó las primeras palabras de su padre al enterarse que volvió, eso le causó desánimo, pero no sé daría por ahora el lujo de regresar a sus ocupaciones, ni quería ver el rostro de Tracie por ahora.
Se levantó de la cama del hotel y husmeó en su "maleta" algunas prendas que aún tenía limpias, debía ir de inmediato a checar sus tarjetas, y por supuesto, debía ir a buscar su auto en cuánto Tracie le diera indicaciones.
Trató de darse una ducha rápida y salir del hotel lo antes posible para estar en el banco antes que hubiese muchas personas en la calle, seguro lo reconocerían como "el hijo desaparecido del pastor" y sería sumamente vergonzoso para él tal etiqueta.
—Buenos días, señorita.
—Bueno... Oh por Dios.— Cubrió su boca al verlo directamente a la cara.
—Shhhh...— Le indicó que guardara silencio porque necesitaba pasar desapercibido. —Te daré una compensación si me das efectivo y no me reportas, te lo agradecería demasiado.
—Lo haré si usted me da un autógrafo.— Responde ella sonriente.
—Está bien, te daré eso y un boleto para el próximo concierto, sólo necesito tu ayuda y tu silencio.
—No te preocupes, ahora reviso tu cuenta bancaria.
(...)
Después de todo no era tan malo haciendo negocios.
Recibió dinero en sus tarjetas, recibió en efectivo y ahora podía comprar algo de ropa y pagar una lavandería, y tal vez otras noches en el hotel, pero antes debía asegurarse de que Tracie le haya mandado su auto.
—Vaya, pensé que nunca tomarías mis llamadas, Tracie.— Dijo Zayn en cuanto la mujer aceptó su llamada.
—Estoy odiándote con todas mis fuerzas ahora, Zayn.— Ella dice frustrada. —¿Que necesitas?
—¿Odiarme? Por Dios, Tracie, no hagas esto tan grande, verás que en menos de lo que tú crees estaré de nuevo en los escenarios y haciendo el triple de entrevistas, deja de preocuparte.
—Si, bueno... Hoy cancelé las presentaciones que tenías en el show, esto fue vergonzoso.
—Yo tampoco la estoy pasando bien, Tracie, pero necesito saber si mi auto ya fue entregado a la compañía.
—Llegó hoy por la madrugada, así que puedes pasar a recogerlo.
—Gracias, te debo una.
—No una, sino mil entrevistas, Malik.
—De acuerdo, nos vemos.— Colgó la llamada.
Al paso que va, seguramente muy pronto estará de nuevo en su vida ajetreada, pero en fin, sólo necesita un respiro más.
Fue caminando hacia la compañía dónde se encontraba su auto, estaba cerca del banco y a unas cuadras de la lavandería, pasaría a dejar sus cosas y después iría a desayunar, solo.
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—Joyce, debes dejar de comprar tanta cerveza, tu hija estuvo a punto de beber una ayer.— Walid soltó una carcajada.
—Por supuesto que no la dejaste.— Responde Joyce con obviedad.
—Obviamente lo hice, pero hablo enserio, deberías dejar de beber.
—No me embriago hasta arrastrarme por el suelo, no seas exagerado, sólo bebo una al día.
—De cualquier modo, no le estás dando un buen ejemplo a Lucy, recuerda que ella cree que todo lo que haces tú está bien, no la acostumbres a eso.
—Intentaré hacerlo, lo prometo. Te encargo mucho a Lucy, mi tiempo en la florería será cortó, después llegará Soffi y volveré.
—De acuerdo, salúdame a Soffi por cierto, dile que ojalá tenga un gran día.— Me dice sonriente.
—Walid, acércate y díselo tú.
—Prefiero que lo hagas tu, ella es algo potente.
—¿Potente?— Joyce estalla en carcajadas. —Qué manera tan horrible de describir una mujer, hermano, así nunca vas a conquistarla.
—No te burles, sólo que ni siquiera sé cómo describirla.
—Solamente es una mujer distinta e interesante.— Joyce le guiñó un ojo a su hermano. -Tienes bastantes cosas que aprender de una chica, si sigues así nunca tendrás una novia.
-Nunca dije que quería una novia, dije que me saludaras a Soffi.
-De acuerdo, está bien, en algún momento serás soldado caído y yo estaré muy feliz de ver eso.
-Joyce, tu sabes que lo único que me hace sentir feliz es ver crecer a Lucy, no hay nada que me haga más feliz que las dos mujeres de mi vida estén tranquilas.- Walid le da un abrazo a su hermana menor y un beso en la coronilla.
-Te agradezco mucho por todo.- Ella sonríe. -Pero no debes estar cerrado al amor, debes encontrar alguien que te ame y te complemente enteramente.
-Te aconsejo lo mismo, Joyce.
-Bueno, debo irme porque estoy segura que ya es tarde para abrir la florería, la Sra. Thina me dijo que necesitaba hacer un pedido algo elevado, si es así te llamo para que me ayudes a entregarlos.
-Claro, me llevaré a Lucy.
-Bien, nos vemos más tarde, dile a Lucy que la amo y que vendré pronto.- Joyce salió corriendo como siempre de su casa, era una mujer extremadamente trabajadora, pero la mayor parte del tiempo llegaba tarde a todas partes por ese simple hecho, quedarse hablando largas horas con las personas, era un perico andante.
Walid sólo la miro correr hacia su trabajo, admiraba con todas sus fuerzas a su hermana menor, es por eso que no esperaba menos de una mujer, siempre había estado rodeado de mujeres valientes, y eso hacia que la búsqueda de su mujer ideal cada vez fuera más difícil y demasiada analítica.
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