┇⸙᪰᷀᪰᷀ᤪ᳕᳘᳕᪰⃞᪥;; ꪊꪀꪮ.

82 11 24
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La ciudad se veía mucho más viva desde la colina hacia la bajada del mar, desde que era pequeña me gustaba sentarme en esta colina a observar las vidas tranquilas de las rutinarias personas que siempre estaban trabajando en el pueblo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La ciudad se veía mucho más viva desde la colina hacia la bajada del mar, desde que era pequeña me gustaba sentarme en esta colina a observar las vidas tranquilas de las rutinarias personas que siempre estaban trabajando en el pueblo.

Todos tenían su rol el este pequeño apartado de Tokio, la señora Kishimoto era una gran panadera, su pan era el mejor de todo el pueblo, mi madre era la encargada de la floristería y mi padre era un navegante, rara vez se lo veía por el pueblo.

Todo era tan pintoresco y lindo, además de que todas las personas tenían un ánimo único, casi que irreal. Éramos el pueblo perfecto, cero crímenes desde su fundación y mejores entornos para crías niños.

-Umi-chan, buenas tardes -me saludo la señora Kishimoto, como todas las tardes de camino a su casa para después seguir su tranquilo caminar.

Respire profundo, el aire fresco entro y salió por mis pulmones, me puse de pie para poder ir a casa. Estaba por irme cuando a lo lejos, un poco más alejado de la colina donde yo estaba anteriormente sentada vislumbre a un chico.

Tenía los cabellos blancos y los ojos cafés, portaba el mismo uniforme de secundaria que yo y podría jurar que era de la misma edad mía, miles de preguntas inundaron mi mente pues, jamás lo había visto en mi vida. El chico se percató de mi presencia y sin decir nada se lanzó al agua.

Alarmada y sin saber que hacer me quite los zapatos mientras caminaba hacia la orilla del mar, iba a ir por el. Me adentre no mucho al hermoso mar azul cuando una cabellera blanca sobre salió por sobre el firmamento.

Escuché su peculiar risa y me quedé petrificada, no sabía nisiquiera el porqué de mi reacción, pero mi corazón empezó a latir de manera rápida mientras que mis mejillas se tornaban de un color rosa carmín.

-¿Que color eres? -me pregunto después de dejar de reír. Tuve que parpadear un par de veces para confirmar que esa pregunta había sido realmente hecha.

-N-no lo sé -respondi de manera vaga, dándome la vuelta para así poder salir del agua. Pude sentir que el chico copio mi acción gracias al sonido del mar.

-Me llamo Aikawa Mafuyu y soy color blanco.

Detuve mis movimientos por un minuto para así voltear a ver su rostro, no se porque está siendo tan tranquilo y tan informal conmigo, pero tampoco era que me molestaba, más bien me desconcertaba. Jamás había visto a alguien con aquel espíritu vivas en el pueblo.

-¿Vas a decirme cómo te llamas? -me pregunto luego de ver mi rostro confuso. Sonreí levemente antes de abrir mi boca.

-Umi, Amatsuki Umi -le dije volviendo a girar mi rostro para ahora sí salir del agua. Estando ya afuera me puse mis zapatos, sintiendo la incomodidad de tener las medias mojadas-. Me tengo que ir, pero... Nos vemos pronto.

-Cuidate, Amatsuki-san.

Y después de esa frase nos despedimos como si fuésemos amigos que se conocieran de toda la vida y no como dos extraños que apenas y se había presentado.

Suspiré cuando estuve un poco lejos de la colina, empecé a correr para llegar temprano a casa y también para sacar esa risita peculiar de mi cabeza.

꒰ les apparences ❀ mafumafu ꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora