┇⸙᪰᷀᪰᷀ᤪ᳕᳘᳕᪰⃞᪥;; ᦔꪮડ.

65 5 162
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El almuerzo transcurría de manera tranquila y ruidosa, estaba más que acostumbrada a escuchar los murmullos de mis compañeros o sus estrepitosas carcajadas por algún chiste que se estuvieran contando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El almuerzo transcurría de manera tranquila y ruidosa, estaba más que acostumbrada a escuchar los murmullos de mis compañeros o sus estrepitosas carcajadas por algún chiste que se estuvieran contando.

Todos en mi salón tenían un grupo donde se sentaban en todos los recreos, pero yo era la única que se sentaba en el fondo a comer su almuerzo sola. No me quejaba, de todas formas, no me veía comiendo junto a mis compañeros o riendo con ellos, yo era la reservada de la clase y si ese era mi rol en la sociedad iba a hacer mi trabajo.

Lleve un poco de arroz a mi boca mientras miraba a los chicos hacer locuras, saltaban y se empujaban en medio del salón sin temer hacerse algún tipo de daño. Recosté mi cara en la palma de mi mano, mirando todo el desorden mientras comía otra bocanada de arroz, cuando de repente una de mis compañeras se acerca a mi.

Se le veía bastante tranquila, lo que me indicaba que no me iba a reclamar por algo que habría hecho, rápidamente me ergui en mi silla, ella se paró frente a mí con una diminuta sonrisa, para después apoyar ambas manos en mi pupitre.

—Amatzuki-san, alguien la busca —señalo la puerta del salón con su dedo índice para después irse a comer con sus amigas.

Cerré mi caja de bento y la sellé con mi pañuelo, para poder tomarla he ir con ella a ver quién me necesitaba. Camine hacia la puerta y me asome.

Mis ojos se abrieron de par en par mientras que mis pulmones empezaron a retener el aire, Aikawa-san estaba de pie junto a la puerta, al verme me dedico una sonrisa que me hizo temblar, nunca nadie me sonreía en la escuela y mucho menos iba a buscarme.

Mis mejillas adoptaron rápidamente un color rojizo, no sabía porque me estaba buscando si apenas nos conocíamos, solo habíamos cruzado algunas palabras el día de ayer, así que me sentía extrañada por tan repentina visita.

—Sígueme —me dijo, con una diminuta sonrisa.

Al principio dude un poco si debía hacerlo o no pues podría ser parte de alguna broma planeada por el y sus amigos, me hizo sentir mal el hecho de acusarlo de algo que tal vez no sea así por lo que asentí un poco insegura.

Aikawa-san empezó a caminar conmigo de cerca, no caminamos mucho ya que al lugar que el me llevo fue la azotea y está estaba situada en el cuarto piso, anteriormente estábamos en el tercer piso, por lo que solo tardamos dos minutos subiendo.

La vista era preciosa, los edificios y el pueblo se veían hermosos desde aquella altura. Me puse en el borde para contemplarlo todo mejor, aikawa-san me siguió apoyando sus codos en los fríos tubos de metal que protegían a las personas que subían.

—¿Te gusta? —me pregunto sin mirarme siquiera y con un hilo de voz. Yo lo mire con una pequeña sonrisa.

—Es hermoso, debo venir aquí más seguido —dije apartándome un poco del barandal.

—Quiero preguntar algo —se volteo de repente descubriendo que lo estaba mirando, aparte rápidamente mis ojos de su cara para dirigirlos hacia el suelo—. ¿Por qué estabas comiendo sola?, ¿No tienes amigos?.

Aquella pregunta me había dolido un poco, pensé que estaba preparada para alguna charla de este estilo con cualquier persona, pero claramente no. Apreté mi agarre en el recipiente del bento mientras abultaba los labios como si fuese un pato.

—No, no tengo. Pero tampoco me veo comiendo y haciendo escándalo con mis compañeros, estoy bien comiendo tranquilamente —hable rápido manteniendo mi boca de pato mientras fruncía las cejas. Aikawa-san empezó a reír como loco, cosa que me saco de lugar—. ¡No te rías!.

Me crucé de brazos dándole la espalda, tenía una expresión similar a la de póker, pero al escucharlo reír nuevamente me fue inevitable hacerlo también. Me di cuenta de dos cosas en el pequeño tiempo que llevábamos hablando, la primera era que el es raro y la segunda, que me agrada.

—Perdon, tu cara fue muy graciosa —dijo, culminando de reír mientras secaba una lágrima falsa, lo mire mal automáticamente—. Amatsuki-san, ¿Somos amigos, verdad?.

El aura de aikawa-san había cambiado drásticamente, paso de tener una serena y tranquila a una sería y tímida. Abrí mi boca varias veces para así contestarle, pero las palabras se me quedaban atoradas en la garganta, poniendo resistencia para salir, tuve que empujar las psicológicamente para poder hablar.

—Supongo... Si no te molesta —aun seguía con los brazos cruzados pero suavice mi expresión.

—¡Eso es genial!, ¡Ahora que somos amigos podemos salir a algún lado!, ¿Te gustaría ir a algún café?, ¿Un parque, un centro comercial, tal vez? —dijo con un deje de felicidad en su voz, solamente pude sonreírle mientras que mis mejillas se tenían de un color rojizo, sin duda me agradaba estar con el.

Por cómo va la cosa ahora Mafumafuno tiene una actitudsiquiera parecidaa la que puse enla biografía, perodetrás de una gran sonrisapuede ocultarse cualquier cosa, tengan eso en cuenta, lol

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por cómo va la
cosa ahora Mafumafu
no tiene una actitud
siquiera parecida
a la que puse en
la biografía, pero
detrás de una gran sonrisa
puede ocultarse
cualquier cosa, tengan
eso en cuenta, lol.

꒰ les apparences ❀ mafumafu ꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora