Introvertido

Hablando con el padre de uno

Que lo disfruten...

El techo blanco del hospital comenzaba a crecer sobre Naruto. Si todo su cuerpo no estuviera ardiendo de dolor, incluso habría comenzado a disfrutar el olor a flores de la habitación. Arrugó la cara en un esfuerzo por olfatear el aire una vez más. Sí, parecía que había un olor diferente al antiséptico habitual. Gruñendo y haciendo una mueca por el dolor de la carne que se estaba rebozando debajo de los vendajes, se volvió para mirar el escritorio de su cama.

Algunas flores bonitas, con pétalos blancos y delicados, se sostenían dentro de un jarrón de plástico. En realidad fue algo conmovedor. Alguien le había traído flores. Se preguntó si podría haber sido el Hokage, o tal vez su sensei. Supuso que Shimura-san ya había sido advertido, considerando que desde la ventana podía ver la puesta de sol. La ventana estaba entreabierta, como si alguien hubiera entrado y salido.

Intentó sentarse, pero su espalda parecía estar contenida en una sustancia viscosa y gelatinosa. Moverse aparentemente fue un gran no-no, ya que gritó de dolor como si la cosa estuviera tratando de arrancarle la piel de la espalda. Él gimió mientras miraba hacia el techo del hospital.

Casi había muerto.

"Por otra parte, era solo cuestión de tiempo, ¿no?" murmuró él.

"Siempre está con ustedes, mortales", la voz del Kyuubi se filtró en sus oídos, como si le estuviera susurrando cerca. "Siempre mueres. Esa es una constante en el mundo".

Naruto solo respiró, negándose a responder cualquier cosa al demonio en su estómago. Si lo ignoraba, podría desaparecer o al menos dejar de hablar con él. La puerta se abrió lentamente cinco minutos después, cuando una mujer entró con natural gracia. Llevaba puesto un traje de enfermera, pero su cabello morado y la forma en que se movía contaban una historia diferente.

"¿Te has despertado? Bien", dijo ella, dando unos pasos para revisar su historial médico. "¿Recuerdas lo que pasó?"

Él frunció el ceño. ¿Había habido un hombre enmascarado, fuego, algunas palabras sobre esquivar? No mucho, no podía recordar mucho. "Duele". Su cerebro decidió gruñir.

"Las quemaduras de segundo y tercer grado hacen eso", el tono de la enfermera parecía comprensivo. "Mantenemos su espalda en una solución de gelatina, para evitar daños mayores a medida que su piel se cura. Tuviste suerte de haber sobrevivido". La mujer se movió lentamente hacia la ventana, antes de cerrarla bien.

Ella murmuró algo entre dientes que sonó terriblemente como un 'Kakashi', antes de volverse hacia él. "Le dijiste a uno de tus compañeros de equipo sobre shinobi enemigo en la escena, ¿verdad?"

Naruto cerró los ojos, intentando recordar. Parecía recordar a Sai, ¿lo había salvado el chico? ¿Por qué estaba allí en primer lugar? La hora era un poco tarde para una visita, ¿tal vez solo estaba pasando?

"Nada sucede por coincidencia", se quejó Kurama, su voz llena de una punzada de diversión.

"Sí", murmuró. "Había ... alguien con una máscara; tenía ropa holgada ... me preguntó si ... me preguntó si aprendí a esquivar".

"Ya veo", asintió la mujer, antes de darse la vuelta para irse después de dejar el historial médico en la base de la cama. "Dependiendo de qué tan rápido se cure, podría irse en un par de semanas".

Él hizo una mueca. "¿Un par de semanas?"

"La piel necesita tiempo para volver a crecer".

La mujer luego se fue, cerrando la puerta detrás de ella. Suspiró antes de mover sus manos sobre su pecho, respirando entrecortadamente mientras intentaba dormir nuevamente. No había nada más que pudiera hacer, ¿verdad?