La leyenda de la Gardevoir, Hanako!

Promesas

Muchos días han pasado, cada día, en cada momento la joven Ralts iba con la esperanza de levantar de nuevo la sombrilla sin ningún éxito por varias semanas

-Porque ¿aún no tengo lo suficiente? ¿Cómo lo hice la primera vez?
-¿Que esperabas? Es el mismo peso del sol

Millie comía unas bayas mientras la veía con todos sus esfuerzos intentar moverlo

-Siquiera, como se creo está sombrilla, no es natural que pese así
-Esta sombrilla fue hecha en Varola, un reino dónde el metal es su vida, nisiquiera ellos saben cómo logro que pesara tanto

Hanako ve con dudas la sombrilla en el suelo

Las dudas afectaban su cabeza, ¿Porque ella iba a ser elegida? ¿Que vio el gran maestro Vacío en ella? ¿Y si lo que hizo fue accidente? Pero todas terminaban con la misma respuesta, no lo sé

-Uff... Mi cuerno fue el que logro llevarme aquí
-Y eso que no tienes habilidades psíquicas
-Sabes como hecharle sal a las heridas hermana- La ve con un poco de fastidió -Si logro hacer lo de la última vez...

Hanako respira profundamente mientras toma decidida el mango de la sombrilla

Hanako pone todo su esfuerzo reflejado en su rostro mientras tira de la sombrilla con todas sus fuerzas de Pokémon en primera fase

-... Ah? Pero acaso-

Se ve como se levanta la sombrilla por milímetros mientras temblaba un poco

-Vaya hermanita, lo estás logrando-
-¡¿Enserio?!-

Cómo por arte de magia la levanta totalmente del suelo

-¡Oh wow! ¡Ahhh!- Hanako se tambalea torpemente moviéndose de un lado a otro
-¡Hermana! ¡Cuidado!-

Millie intenta sostener las sombrilla

-A-Ay...- La deja caer lentamente al suelo con cuidado -Lo logré, logré levantarla-

-Pero que... ¿Cómo es que lograste eso? Antes no podías ni moverla y ahora la levantaste como si nada
-¿Los milagros si existen?- Hanako sonríe algo orgullosa mientras ve sus manos algo rojas por el esfuerzo, algo hinchadas y notandose su gran esfuerzo
-Por tus manos diría que no, ven te voy a curar-

Hanako extiende sus manitas y Millie las cura totalmente vendandolas además

-Gracias hermana, pero es verdad, yo tampoco lo entiendo del todo como lo hice- Mira esa sombrilla confundida
-Intentalo de nuevo-

Hanako sin dudar, la toma del mango de nuevo y hace fuerza para levantarla

-... Pues no se mueve, no entiendo como-
-Me duelen mis manitas- Mira sus palmas algo rojas- Ay que dolor-
-Mejor volvamos a casa, necesitas un descanso-
-No, yo me quedo, necesito entrenar-

Millie deja de levitar y la ve de reojo con una mirada escéptica

-¿De que hablas? No puedes quedarte, nuestros padre...-
-No, papá me lo dejo claro, yo soy alguien que hará crecer Rensei-