I just need someone, please.

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“Soy un conejito azul”

Akane quien se encontraba poniendo la mesa esperando a sus adorados hermanos.

Mientras aquella adorable señora seguía cocinando.

La peliblanca escuchó a la puerta abrirse seguida de un suspiro de notable cansancio por ambos de sus hermanos, esta corrió a recibirlos con obvio cuidado de no resbalarse.

—“Hasta que llegaron”.
Reprochó la mediana.

—“¡AKANE!, ¡AKANEEEEE!”
Chilló su hermano menor Hikaru corriendo hacia ella para abrazarla como era de costumbre, olvidando por completo quitarse los zapatos antes de entrar, llevándose un leve golpe por parte de su hermana. Soltando un "¡Auh!" como respuesta a ese golpe.

—“¿Qué te dije sobre entrar con zapatos así?, te van a castigar denuevo, Hikaru”.
Habló Akane viendo como el menor regresaba a la entrada a quitarse los zapatos con un puchero, acto que hizo a la pálida reír.

A diferencia de Akane, sus hermanos eran "normales", el menor era castaño y el mayor pelinegro, cosa que extrañaba a quienes conocían a la familia por primera vez.

—“A tí también te regañaban por lo mismo”.
Rió el mayor desordenándole el cabello a su única hermana, mientras caminaba a ayudar a su Nana.
Después que el menor se quitara los zapatos, salió como flecha disparada hacia su cuarto, había comprado un nuevo videojuego con sus ahorros.

•No le daban dinero al pobre :c.•

Ambos hermanos mayores veían como aquel niño iba feliz a su habitación.

—“¿Va a venir Haruka a la casa?”.
Preguntó Kaito mientras probaba un poco de arroz para ver si ya estaba listo.

—“Cierto, sí, se me había olvidado”.
Murmuró a quien se le había echo la pregunta, saliendo también disparada a su habitación, hecho que su hermano mayor tachó de adorable y soltó una risa mientras seguía ayudando a la señora.

Akane bajó en un outfit cómodo pero presentable para visitas y fue a ayudar a poner los platos en la mesa mientras su hermano servía, eran 3 hijos, así que podían dar un servicio de 5 estrellas a las visitas a su modo.

Hikaru bajó ya cambiado sabiendo que dentro de poco iba a llegar visita a comer.

Se escuchó un timbre, el hermano mayor fue a abrir la puerta de aquella "humilde" vivienda.

Encontrándose con la amiga del alma de su hermana con una sonrisa amable y cálida, cosa que obligó a Kaito a devolver la sonrisa.

—“Bienvenida denuevo, Señorita Tanaka”.
Hizo una reverencia de broma al igual que su tono mientras le abría la puerta a la pelinegra, se llevaban bien.

Los piesitos de un pequeño corriendo se escucharon cuando Haruka entró.

—“¡HARUKA NEE-SAAAAAAN!”.
Gritó aquel pequeño corriendo hacia la visita, lanzándose sobre ella como si no la hubiera visto por años...aunque la había visto la semana pasada.

Hikaru tumbó a la pelinegra la cual se encontraba riendo por el saludo que ya era una costumbre para ella.

—“¿Cuándo dejarás de lanzarte a mí?”.
Rió aquella, aquel niño sin duda era muy adorable a diferencia de su hermana.

Kaito la ayudó a levantarse mientras Akane regañaba a su hermanito.
Akane era muy diferente en casa que en la escuela, se sentía obviamente más segura de si misma cuando se trataba de hablar y actuar.
La pelinegra fue recibida con un abrazo de su amiga.

Después de la comida la nana se encontraba descansando en su habitación.
Los 4 jóvenes estaban en la sala pensando de que hablar o que hacer.
Kaito miró a las dos chicas que se miraban entre si como si estuvieran comunicándose con código morse entre ellas con pestañeos.

—“Voy...por un vaso de agua”.
Dijo levantándose con cuidado cuando sintió que fue jalado a sentarse denuevo, el aura que transmitían aquellas dos mujeres sin duda era aterradora.
El conocía esa mirada, estaba en problemas.

—“Uh-Oh”.
Exclamó burlón el menor de ahí tapándose la boca, ganándose una mirada de odio de su hermano mayor.

10 minutos después ahi tienen a los dos hermanos vestidos a la fuerza, mientras las chicas pensaban que otro disfraz ponerle a los chicos.

El menor llevaba una diadema de orejas de gato y un vestido, no se veía tan molesto, pero incómodo sí.

Mientras el mayor quien a pesar de tener una cara masculina tenía cuerpo de mujer.
Llevaba un adorable atuendo creado por su hermana.
El pelinegro tenía cada de que iba a matar a todos en ese cuarto debido a su ceño completamente fruncido.
No tardaron mucho en volver a cambiarse, debido a que todos tenían tarea que hacer.
Les gustaba estar juntos, era muy agradable.
Llegó la hora de irse de Haruka, que con una actuación de tristeza exagerada tuvo que irse de aquella casa.
Junto a unos lloriqueos de Hikaru.

Sin embargo eran una familia hermosa...

Sin sus padres.