Loco por tí. [Jerome Valeska]

Siete

  Ya habian pasado algunas horas, tenia hambre y me dolía todo el cuerpo; Jerome se encontraba fuera ya hace dos horas, se fue sin decir nada y lo dejó a cargo a aquel hombre enmascarado de cuidarme, lo que me daba miedo es que no para de mirarme, ¿Acaso no se cansa de estar alli parado?.

  Comencé a sentir un olor feo, miré mi cuerpo y era aquella sangre que empezaba a oler mal.

- ¿No podrias darme ropa para cambiarme? solo pido eso. - le dije al enmascarado y el negó con la cabeza.

  Miré hacia otro lado y comencé a llorar en silencio, ¿Mi familia ya estará buscandome?, solo pensaba en esa pregunta.

- Amor!- Jerome entró por la gran puerta con unos siete hombres.

  Un escalofrío pasó por todo mi cuerpo, solo podía sentir miedo de lo que me harían.

- Te extrañé!- gritó para después acercarse a mi y dejarme un beso en la frente.- ellos te vigilarán las 24hs del dia, asi que... no podrás escaparte, nunca.

- Jerome... dejame ir, por favor. - dije pero me ignoró.

- Cada uno a sus puestos!- les ordenó a los demás para después desatarme.- ¿Que tal si te doy un baño?

  Me ayudó a ponerme de pie y comenzó a caminar hacia una puerta blanca, no me quedaba otra y lo tuve que seguir, no era un buen momento como para escaparme.

- Bienvenida a casa, ____.

  Al abrir esa puerta me quedé sorprendida,  ¿Una casa pegada al Hangar?, lo que más me sorprendió es que se parece a la casa que yo quería cuando era niña, solo que las ventanas y puertas estaban cubiernas.

- ¿ Te gusta?.

  Pude sentir el olor a pintura fresca, como si hace poco la hayan pintado de aquel color gris claro.

- Jerome...

- Me tomé el tiempo de ir a tu habitación, buscar tu diario y ver lo que escribias cuando eras niña, me sorprendió al ver el titulo "La casa de mis sueños.", entonces decidí hacerlo por ti.

  Caminé hacia la sala y si, era todo como yo lo dibujé, solo que con algunas reformas.

- Tres meses en terminarla.

¿ TRES MESES?, si el y yo nos conocemos hace muy poco.

- ¿Tres meses? - dije dandome la vuelta para mirarlo.

- Asi es.

Camina hacia mi, me toma de la mano y me lleva hacia el baño.

- te lo explicaré luego.- me sonríe- ahora date un baño, aunque... te queda bonito el color rojo.- ríe al ver la sangre en todo mi cuerpo.

- estas loco.

   Entro al baño rápidamente y comienzo a llorar.

Ann