«ᎪᏞᎪՏ ᎠᎬ ႮΝ ᎠᎬᎷϴΝᏆϴ» |Golddy/Goldred|

† 21 †

Se mantenían discutiendo.

Bueno, no se podría llamar discusión al ataque errático de preguntas que tenía Golden contra su compañero Fred.

— ¡Deja de decirle así, tiene nombre! — se alzó con su pecho lleno de valentía.

Fueron muchos minutos llenos de reclamos, ya era hora que se defendiera.

Lastima, no resultó bien.

— ¡¿Qué?! — alzó el cuerpo totalmente desconcertado ante lo dicho.

¿Nombre?

—¿¡Cómo que tiene nombre?! — exclamó a gran voz poniendo a un más nervioso al temeroso teólogo. — ¿¡Le pusiste un nombre?! — Interrogó perplejo ante la actitud tan infantil de nombrar a un ser tan peligroso y malévolo como al demonio que tenían allí.

¿Cuántos años tenía, eh, seis?

— Yo no_— Sin dejar que pudiera justificar lo dicho fue interrumpido por las exclamaciones del adulto que cada vez más se le notaba los mechones blanquecinos.

— No es un maldito perro, Fred. — Regaño el demonólogo apretando el volante en sus manos.

— ¡Él se lo puso solo! — se defendió molesto por la incapacidad de escuchar que tenía Golden.

Carajo.

Es que nunca quiere escucharlo.

Vive para regañarlo.

— ¡Genial! — clamó en sarcasmo sonriendo mientras observaba al silencioso demonio en el asiento trasero. — ¿Dime cómo que llamas ahora, shkatërrim? — preguntó fingiendo una irónica voz dulce.

Toda esta situación le parecía tan ilógica.

— Freddy.

Entonó sin chistar, totalmente frío al que pregunto.

— Se llama Freddy — comento sonriendo sinicamente ahora mirando al tés pálida —¿Eh, Fred ¿Me vas a decir ahora que no tuviste nada que ver? — preguntó fastidiado.

Esta iba ser muy largo.

Y muy engorroso. 

— No es mi culpa.. — susurró, después de todo no importa si alzaba la voz no lo iba a escuchar.

— Parece que estoy en una puta sitcom de viviendo con un demonio..  — musitó soltando una pesada exhalación.

Mientras que Freddy.

Nada.

Le gustaba ver cómo lo humanos peleaban.