- ¡Ahí viene uno! – Mónica gritaba mientras salía por la ventana de la camioneta. Apunto con un arma hecha de Caos hacia un halcón gigante – ¡Lya!
Los disparos lograron herir las alas de la bestia, esta caía en picada sobre el camino frente al vehículo. Por la parte trasera de la camioneta, Lya escalo hasta quedar sobre el tejado, llevaba la espada dorada en la cual junto partículas de Caos y blandiéndola dos veces, una cruz hecha de llamas fue disparada hacia el halcón "Croix d'Orléans" . Impactaron, generando una pequeña explosión.
- ¿Todo bien? - Leon quien estaba al volante, atravesó la cortina de humo generada por el ataque de Lya. Ambas tenientes volvieron a entrar a la camioneta, sin cansancio en sus rostros y con una sonrisa, indicando que todo estaba bien. – Bien. Continuemos hacia Fytar.
Luego de dos meses, desde su primera cacería, ambas habían perdido su miedo y se habían enfocado en convertirse en buenas oficiales. Resolvieron un montón de misiones en la selva uno y por fin los habían mandado a un recado para Fytar, la ciudad minera en Salvatore.
- ¿Has ido a Fytar antes, Leon? -Pregunto Mónica soltando su cabello.
- Una o dos veces – Leon no perdía de vista el camino, a diferencia de la selva, el desierto que rodeaba Fytar era una zona 2. Si bien, gracias a los esfuerzos de la policía, habían conseguido crear una ruta "segura" entre Kirins y la ciudad, no se le permitía el acceso a turistas o trabajadores sin la compañía de miembros de la fuerza.
Mientras sus compañeros conversaban de cosas sin importancia. Lya miraba por la ventana, el desierto se extendía casi sin fronteras, era un lindo paisaje pese a lo seco y sin naturaleza, tenía un encanto distinto. Pero no era el ambiente quien tenía atrapada a la joven. Era la misión, una empresa había solicitado una mano de los oficiales, pues muchos trabajadores reportaron bestias extrañas en las minas y no querían bajar a hacer sus labores. Si bien, había enfrentado ya a un montón, la fauna de Salvatore seguía sorprendiéndola cada día más ¿Quién sabe qué encontrarían en aquellas minas?
-Oh... se me olvidaba mencionarles- Leon saco del trance a Lya, quien por fin pudo despegarse de la ventana para volver a la realidad- No estaremos los tres solos en esta misión.
- ¿Jin o Alex? -Pregunto Mónica, recordando algunos oficiales que los habían ayudado anteriormente.
-Nop, alguien mucho más problemático...
- ¿Ace...? -Lya susurro. No habían visto al chico de cabello negro desde que les enseño a no tener miedo. No tuvieron oportunidad de disculparse y agradecerle como era debido, se sentía atrapada en ese sentimiento de culpa, pero, desde ese día, apenas y tuvo tiempo para buscarlo por Kirins y las pocas veces que Leon hablaba de él, era cuando Sara (la secretaria de la estación) le notificaba que se había peleado con alguna bestia o se había metido en algún tipo de lio.
- ¿Ace? No no, él es mucho más agradable a nuestro compañero... -Negó Leon mientras ya podía verse la ciudad minera. A diferencia de Kirins, los muros no eran tan imponentes, tenían ese aspecto de ser levantados tras esfuerzos gigantescos y, aun así, ser dañados por alguna que otra bestia – De cualquier forma, ya estamos llegando...
La aduana era distinta también, no estaba supervisada por oficiales si no por un tipo gigante con un hacha. Al ver la camioneta, hizo una mueca de desagrado, pero tras mostrarle el pápelo, los dejo pasar sin mucha gracia.
Leon les había comentado algo, Fytar fue una ciudad que nació por empresarios ambiciosos que contrataron Strikers para aventurarse en el desierto. Al ser empresas privadas, los oficiales de policía poco y nada pudieron hacer para ayudar, era una ciudad autónoma y creada por trabajadores para trabajar, los uniformados no eran bien recibidos o bien vistos. Uno se labraba su pequeña fortuna haciendo lo que pudiese, peleando con bestias o trabajando en las minas y que un tipo con placa viniese a robarles trabajo o cuestionarlos por prácticas "indebidas "a nadie le agradaba.
ESTÁS LEYENDO
Insula Somnium
Romance<Lo llaman el sentimiento de los ilusos, otros simplemente viven por el sin preocuparse por cómo le digan> ✙Año 2050 una gran explosión en el atlántico sin origen aparente, desencadeno la activación de las alarmas en el mundo. Una nueva fuente...